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Signos y señales
*Hoy cumple años mi Pau. Felicidades*
MÉXICO, DF. 14 de septiembre de 2015.- A pesar de la creación del FONE, un avance sustantivo por supuesto, persisten una serie de problemas que siguen presionando las finanzas de las entidades federativas, sobre todo en un momento en que las participaciones no crecerán en 2016, como se requiere.
Asimismo el estancamiento de las participaciones que hasta 2013 recuperaron su nivel real de cinco años antes, hoy están por debajo de su nivel real de 2014.
Un tema importante para todas las entidades, pero más para las que cambian de Gobierno este año, es el de los déficits del gasto en educación básica, profundizado con la aplicación de la fórmula de distribución del FAEB de 2007, en 2008. Se trata de un incumplimiento federal de lo señalado en el ANMED firmado en 1992, no resultado de un mal manejo de las finanzas estatales, y por lo mismo es un pasivo pero del Gobierno Federal.
Por lo menos hasta 2014 en que operó el FAEB, existía el compromiso federal en la Ley, de darle suficiencia presupuestal a la educación básica, pero ello no se cumplió.
Por el contrario en muchos estados, estos pusieron recursos propios para cubrir los incumplimientos federales, o derivado de los descuentos a terceros, se les han descontado de sus participaciones adeudos de los sistemas federalizados por ejemplo, los del ISSSTE.
Así los estados han enfrentado este problema, derivado de los déficit acumulados que se generaron en los siete años de la “nueva fórmula del FAEB”, en que los recursos transferidos no crecieron en términos reales, se distribuyeron con inequidad, no se regularizaron ni los incrementos salariales y se aplicó mal la Ley de Coordinación Fiscal, incumpliendo con su artículo 27. Por ello el déficit de los estados suma miles de millones de pesos.
Por lo que he escuchado por parte de algunos futuros funcionarios, es importante advertirles que no se trata de una obligación financiera del estado, por el contrario, ellos son los acreedores de un deudor que no paga, es un pasivo del Gobierno Federal, que debería pagarlo, pero no lo ha asumido. Lo que al final ha repercutido en la deuda de los estados que han tenido que contratarla para cubrir responsablemente la insuficiencia del FAEB.
Por otra parte se niega la Federación a pagarles impuestos legítimos como el de nóminas, que pagan otras dependencias federales como el SAT.
La reforma educativa es quizás la más complicada de todas las reformas, no sólo porque tiene que corregir los errores del Acuerdo de 1992, también porque involucra alrededor de 24 millones de alumnos, cerca de dos millones de personas censadas, de las cuales más de 1.1 millones son maestros frente a grupo, que neteando las dobles plazas, son 978 118. Más de 230 mil escuelas, muchas en precarias condiciones.
De hecho en la vida del FAEB nunca existieron presupuestos por escuela, ya que en los estados más pobres y rurales, el escaso mantenimiento lo realizan los padres de familia. El FAM ha ayudado pero es insuficiente.
Los problemas empezaron con la homologación que las más de 20 secciones sindicales de los sistemas estatales, exigieron respecto a salarios y prestaciones de los maestros federalizados.
Así como con la llamada “doble negociación”, donde los gobernadores de antes, asumieron su papel de “patrones sustitutos”, como si fueran no condicionados los recursos transferidos y fueron generosos con prestaciones como los días adicionales.