Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
Oaxaca, Oax. 9 de enero de 2013 (Quadratín).-Conociendo que la movilización en Oaxaca forma parte ya de la cultura de lucha, muchas de estas organizaciones responden de forma auténtica a los intereses del pueblo de Oaxaca. Pero muchas de ellas, utilizan el chantaje, la aborazada industria de la dádiva para presionar al gobierno, sobre obras que se realizan en diversas partes del estado, aseguró Antonio Reyes, comerciante del centro histórico.
Tal es el caso dijo, que organizaciones como el Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) encabezada por Omar Esparza Zárate, ampliamente conocido por sus antecedentes con movimientos anarquistas y más recientemente un agitador más de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), quien junto con el chileno Carlos Beaz, dirigente de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI) han desestabilizado pueblos y comunidades tanto de la región del Ismo de Tehuantepec, la región triqui y diversos municipios de otras regiones, en donde han buscado solamente -al amparo de los más pobres- una fuente de financiamiento, siempre jugoso, siempre en efectivo y siempre con la intención de no justificar ni comprobar su destino.
El comerciante de ropa preguntó a la opinión pública, ¿Alguien sabe que a que se dedica Omar Esparza? ¿Alguna vez alguien ha visto trabajar al chileno Carlos Beas en otra cosa que no sea el chantaje y la extorsión? Millones de pesos al año han obtenido y en el actual gobierno no es la excepción. Dinero que utilizan para alborotar, desestabilizar y atraer relevancia periodística y enriquecerse a causa de los más pobres.
Es urgente dijo Reyes, que el gobierno desenmascare a estos líderes que pegan con la izquierda y cobran con la derecha, y les suspendan ya el dispendio de recursos económicos y que bien pudieran destinarse a verdaderos proyectos productivos de inversión para las comunidades más pobres, asentó.
Foto: Ambientación