Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
OAXACA, Oax. 31 de julio de 2014 (Quadratín).-Once mujeres indígenas del Istmo de Tehuantepec que exigen el respeto a sus derechos políticos, a votar y ser votadas, denunciaron que han recibido amenazas por parte de hombres de su comunidad, Guevea de Humboldt.
Las mujeres bilingües, tradicionales, jóvenes y adultas, expresaron que han tenido la valentía para resistir todos los días amenazas en Guevea, el pueblo que fundó en 1540 el cacique zapoteca Bechogueza/ Rigula Guevea (Anciano de Guevea).
Informaron que no se esconden para reunirse, pero han tomado todas las precauciones posibles, “los días no están para ‘encender’ el enojo de los hombres que ostentan el poder y se rehúsan aceptar cambios en el Sistema de Usos y Costumbres, el que les da la facultad de gobernar sin las mujeres”.
Reunidas en un pequeño local de Guevea de Humboldt, recordaron la primera vez que las mujeres del pueblo, en 1982, se organizaron y defendieron la instalación de la única secundaria técnica que poseen.
“Ese día recuerdo que las mujeres de Guevea fuimos las que alzamos la voz, las que encabezamos la lucha porque se querían llevar la secundaria a Guienagati, no lo permitimos y ganamos, fue nuestra primera lucha, en ese entonces no había partidos en el pueblo”, narró efusivamente María Gutiérrez.
Expresaron sentirse utilizadas cuando los hombres lo requieren, cuando los partidos políticos necesitan bloquear, tomar oficinas y los votos para un gobernador o un diputado.
El 20 de septiembre de 2013, les recordó aquella primera lucha, una de las once, explicó que se armó de valor y se paró frente a la asamblea de elecciones, la cual se celebraba a mano alzada en la explanada del palacio municipal.
“La compañera tomó el micrófono por primera vez durante la ronda de debates, un poco nerviosa pidió se respetara el derecho que nos da la Constitución a las mujeres desde hace 60 años, votar. Alguien desconectó el micrófono, por maldad. La petición no tuvo eco, los caciques continuaron con la elección, solo votaron los hombres”, indicó María.
Cuatro días después de las elecciones, el 24 de septiembre, las mujeres giraron un documento de queja al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, y al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) para que se atendiera la violación de sus derechos políticos.
A partir de ahí, las mujeres denunciaron que iniciaron amenazas de muerte y las intimidaciones, a la par vinieron los señalamientos en el pueblo, de mujeres “revoltosas”, “apestosas” y “livianas”.
“El pueblo es chico y nos conocen, saben dónde vivimos, con quién vivimos y qué hacemos. Por las calles nos insultan, de revoltosas no nos bajan. Dicen que buscamos hombres. Lo peor no son los insultos, esos como quiera los contestamos, lo más grave son las amenazas, son las persecuciones. Vivimos con miedo”, manifestó María Gutiérrez.
Las reuniones las realizan en lugares públicos como el salón de usos múltiples, aún así, acusaron que son vigiladas, fotografiadas y grabadas.
Por las amenazas, las 11 mujeres informaron que reforzaron su seguridad, evitan salir de noche, tomar ciertos taxis, andar solas en sus potreros o cafetales, viajar en grupos a otros pueblos porque las ubican fácilmente.
“En una de las reuniones con la Secretaría General de Gobierno en Ixtepec, fueron tres compañeras y unos tipos las persiguieron a todos lados, eso asustó mucho y se prefirió no volver a ir a esas reuniones por falta de seguridad, porque no hay condiciones”, detalló María.
Ellas responsabilizaron de las intimidaciones a Isaí Ortiz Hernández, ex presidente municipal y actual presidente de Bienes Comunales, Gaspar Díaz Reyes, dirigente de Coordinadora Mixe- Zapoteca (COMIZA) y Héctor Hernández Pérez, ganador de las elecciones municipales y a quien se le revocó el nombramiento de presidente el 11 de junio.
Al amparo de las montañas
Acusaron que a pesar de las irregularidades ocurridas el día de la elección, el IEEPCO validó la contienda en la que resultó ganador Héctor Hernández Pérez, asimismo el Tribunal Estatal Electoral del Poder Judicial de Oaxaca (TEEPJO), resolvió a favor de las autoridades que informaron que las mujeres sí votaron el 20 de septiembre, lo cual, señalaron, nunca sucedió.
Por la impugnación que realizaron ante la última instancia, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación Sala Xalapa, fue el que falló a su favor el 11de junio de 2014, y decretó nuevas elecciones extraordinarias, en donde por primera vez podrán votar y ser votadas.
Para cumplir con las reglas institucionales, el 21 de julio el Comité Municipal Electoral en coordinación con la Secretaría General de Gobierno convocaron a una asamblea extraordinaria informativa en Guevea, en ese evento público, el coordinador electoral del IEEPCO, David Mercado Ferra, a petición de las demandantes del juicio electoral dio lectura al dictamen SX-JDC-0148-2014 y resaltó en ésta la falta de legalidad y certeza por parte de las autoridades municipales.
Ese mismo día, las mujeres mixes zapotecas exigieron al representante de la Segego solicitar al Congreso de Oaxaca la asignación pronta del administrador municipal, pues Guevea de Humboldt no tiene autoridad. Según la ley, éste será el encargado de establecer las condiciones necesarias para que la contienda se desarrolle de manera armónica y se respete la orden del tribunal, la participación de las mujeres.
Pese a una orden federal, las once indígenas se sienten solas y vulnerables en medio de las montañas. Se cuestionan a cada instante la existencia real y defensa de las organizaciones civiles y feministas, de las diputadas locales y federales, de los órganos de derechos humanos, de los que se dicen sus gobernantes y no las voltean a ver.
“Dónde están los partidos PAN, PRI, PRD, PANAL. Dónde están esas mujeres diputadas, senadoras, las que se dicen defensoras de mujeres. Dónde está derechos humanos. Dónde está nuestro gobernador. No sentimos el respaldo de nadie, estamos solas aquí arriba, donde cualquier día nos pueden matar o violar. Sólo nos encomendamos a Dios, los santos y las montañas”, expresó con coraje Susana Aguilar.
De las medidas cautelares que emitió un organismo de derechos humanos, no tienen ni la menor idea de cómo y a quién se le aplicó, ellas se cuidan solas. Señalaron que los elementos policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSP) sólo se reportaron un día y las veces que suben al pueblo se dirigen con la autoridad.
“Los de derechos humanos nos dejaron un número telefónico para hablarles en las emergencias, si ni teléfonos tenemos. Seguramente les diremos- Me van a matar, vengan a rescatarme- Cuando lleguen van a encontrar un cadáver”, se mofó Susana mientras sus compañeras reían.
Noemí aún tiene un intenso coraje en su rostro y su voz. No lo disimula, no tiene porqué, le arrebataron a “la mala” y de tres balazos a su compañero de vida y de lucha, Roberto Avendaño Guzmán.
Cuatro meses del asesinato del ex presidente municipal y principal impulsor de que las mujeres de Guevea votaran en las elecciones municipales por Sistemas Normativos Internos (Usos y Costumbres).
Es imposible vivir bajo amenazas, reconoció, es difícil vivir con miedo, por eso decidió irse del pueblo, resguardarse de los hostigamientos en la ciudad de Oaxaca, sin embargo sigue la lucha que comenzó su marido, cuando puede baja a Guevea, en otras ocasiones, en las fiestas patronales también se hace presente.
No es la única amenazada, refirió, todas están en las mismas condiciones que Noemí Domínguez, algunas han sufrido las consecuencias de alzar la voz al grupo de “señores” del pueblo.
“Una compañera que tiene un proyecto de peces, un día aparecieron muertos los peces que ya iba a cosechar, así de la nada, alguien los mató. La compañera Leticia, la que comenzó alzando la voz terminó por alejarse de la lucha porque sufrió constantes amenazas de muerte. Muchas y también hombres ya no quieren ni opinar en las asambleas, mejor se callan”, contó.
El 17 de marzo de 2014 fue asesinado su esposo en una emboscada por tres individuos. Por eso, el grupo de mujeres exigió esclarecimiento del crimen y castigo a los autores materiales e intelectuales.
Las once mujeres son amas de casa, campesinas, comerciantes y cafetaleras, no tienen recursos económicos en abundancia, muchas sobreviven con lo indispensable, con las cooperaciones de muchos ciudadanos realizan las gestiones necesarias en Oaxaca e Ixtepec.
Desde 1826, año en que el pueblo de Santiago Guevea obtuvo su categoría de municipio hasta el 2014, no existe registro de la participación de la mujer en las elecciones municipales porque los usos y costumbres no lo permiten, desean que este año sea diferente, que se respete la Constitución y una orden federal, si no es así, seguirán esperando.