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Raúl Pérez Chávez / Quadratín
Huatulco, Oax. 13 de marzo de 2009 (Quadratín).- Elementos del Ejército Mexicano fueron acusados públicamente de cometer abusos al ingresar, sin una orden de cateo durante la noche del pasado martes, a un departamento localizado en el conjunto habitacional Chahué, de donde sustrajeron dinero en efectivo y tarjetas bancarias.
Ethel Contreras, empleada de los Servicios de Salud del Estado de Oaxaca (SSO), recibió por la mañana del miércoles el aviso de parte de sus vecinos de que su inmueble había sido allanado cerca de las once de la noche del martes por hombres armados, vestidos con ropas del Ejército y con el rostro cubierto, que llegaron a bordo de unas cinco unidades.
Al llegar a su domicilio se percató que la reja de protección estaba rota, que la puerta de madera estaba destruida y que en el interior del departamento había un desorden de muebles, objetos y otras pertenencias tiradas en el suelo.
Algunos vecinos le confirmaron que un comando armado ingresó de manera violenta a su domicilio en busca de algo y causando destrozos. Ethel Contreras se presentó el miércoles al medio día ante la agencia del Ministerio Público de Santa Cruz Huatulco del primer turno, Humberto Díaz Orozco, para denunciar el robo que sufrió y la abrupta incursión calificada por ella como una violación a sus garantías civiles porque se trata de una empleada que no tiene nada que ver con actos ilícitos.
Contreras dijo que le fueron sustraídas del interior de su domicilio documentos personales, dinero en efectivo y tarjetas bancarias.
Aunque dijo desconocer a qué corporación pertenecían los hombres armados, por la descripción que le dieron sus vecinos señaló que bien podrían ser elementos militares porque iban vestidos de uniformes verde olivo, portaban armas largas y llevaban el rostro cubierto con pasamontañas.
Aun con la bata de trabajo de color azul pálido, la denunciante salió de la oficina del Ministerio Público a punto del llanto, con los ojos rojos y las manos estrujadas en señal de nerviosismo.
Aquí me dijeron que pusiera mi queja ante la Procuraduría General de la República, el secretario ése señalando con la diestra hacia la oficina del MP sólo me dijo que me fuera a otra instancia, que no es de su competencia,explotó.
Conforme al relato que le hicieron distintos vecinos, quienes contaron a unos 80 uniformados que llegaron en varios vehículos con características militares, ellos prefirieron cerrar sus puertas y espiar por las ventanas.
Mientras unos revisaban mi casa los demás aguardaban abajo, en la calle, narró.
Entre sollozos dijo que ella es empleada del Centro de Salud en Santa Cruz Huatulco y que no tienen nada que ver con drogas o con asuntos fuera de la ley.
No sé porqué llegaron a mi casa, me revolvieron todo y me robaron, acusó.
Agentes de la AEI informaron que hasta el miércoles por la tarde otros cinco casos de violencia militar estaban siendo ventilados en la oficina de la PGR, entre ellas la de un familiar de un funcionario municipal.