Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 4 de abril de 2009 (Quadratín).- En Oaxaca las asambleas comunitarias de por lo menos unos 418 de 570 ayuntamientos, la mayoría regidos bajo el sistema de usos y costumbres y donde goza de presencia política el magisterio y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), determinaron por unanimidad no acatar de forma masiva el horario de verano, como parte de su rebeldía y rechazo a las políticas globalizadoras del régimen capitalista que encabeza Felipe Calderón.
A la par, un total de 13 mil escuelas, donde acuden un millón 126 mil alumnos, se suman a la medida asumida, considerada como un éxito más de la lucha popular de los pueblos oaxaqueños.
Los poblados inconformes, – mismos que congregan a poco más del 70 por ciento de la población indígena-, admiten que sólo harán respetar el horario de dios, los alcaldes sólo piden al gobierno un respeto al tiempo que le fue legado por sus ancestros.
Uno de los consejeros de la APPO, Cástulo López,- también integrante de la Comisión Provisional Organizativa del Movimiento-, reconoció que con la resolución asumida, se refleja el hartazgo del pueblo en contra las políticas unilaterales de la oligarquía en el poder.
Los pueblos ya no están dispuestos a ceder y la fuerza de sus asambleas nos dan la razón y la fuerza para que continuemos a su lado nutrido nuestros movimiento popular, dijo.
A su vez, el Secretario de Organización en la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Gabriel López Chiñas, afirmó que el horario de verano forma parte sólo de los grandes acuerdos de aquellas empresas y monopolios que únicamente buscan explotar a los que menos tienen.
Refirió que los alumnos son los más afectados, por que a costa de su propia salud y capacidad se les obliga a cumplir con un horario que sólo lesiona su capacidad de aprendizaje.
En San Juan Mixtepec, Juxtlahuaca, -un poblado que se encuentra localizado a poco más de 245 kilómetros de la capital oaxaqueña- , el reloj de la iglesia de lugar define y marca las horas de trabajo de los habitantes.
El profesor de la escuela primaria Ernesto Santos, expuso que el día inicia cuando el Sol sale del oriente y termina cuando reinan las sombras de la noche.
En el lugar el presidente municipal, Hilario Gómez Salazar, quien tuvo que escalar según la norma consuetudinaria, del puesto de topil hasta llegar a mandar a su pueblo-, defiende la postura de su pueblo que no refleja una rebeldía, sino un respeto a sus propios derechos, mismos que no tienen que ver con los que deciden los de arriba, porque nuestra fuerza es la voluntad del pueblo.
Sin embargo para el director de gobierno, Mario Alberto Guzmán Castrezana la decisión asumida por un importante número de municipios en contra de no acatar el horario de verano, refleja la plena autonomía con que cuenta en Oaxaca los pueblos indígenas, mismos que pueden decidir y resolver, bajos sus propios cánones, qué les conviene y qué pueden desechar como ordenanza del llamado derecho positivo
Sin embargo aseguró, se está buscando un acoplamiento a sus resoluciones en la medida de evitar trastornos que lastimen y afecten aún más la gobernabilidad y paz social de la entidad.
En otro municipio donde el horario de verano no existe es en el San Bartolomé Ayautla, un poblado enclavado en la Sierra Mazateca, donde el tiempo lo define la naturaleza. Muy temprano antes de amanecer hay una densa niebla que cubre el poblado y los caminos que se despeja cuando el Sol empieza a surgir del horizonte.
El agente municipal del lugar, Quirino Bravo, aseguró que la gente sabe cuando tiene que salir a trabajar al campo, sin importarle tener un reloj en la muñeca, sino basta sólo con conocer su propio ambiente.
Desde mi abuelo, hasta hoy yo entiendo el tiempo por instinto más que manecilla y horarios. Eso del horario de verano que se ejerza en la ciudad aquí manda nuestro tata refiriéndose a Dios y nuestra normas, dijo.
Para arribar a san Bartolomé Ayautla hay que avanzar por la intricada Sierra Mazateca, donde se ven pequeñas rancherías, donde los niños que van al escuela salen cuando el sol empieza a subir las veredas.
Según el presidente Estatal de la Asociación de Padres de Familia, Efraín Morales Sánchez la rebeldía por no acatar el horario de verano inició con el propio magisterio, quien en diversas comunidades y municipios ha manipulado las asambleas comunitarias para desechar la medida.
Dijo que las afectaciones son graves porque existe un desajuste, un descontrol de la vida en las comunidades, porque se atrasa desde los servicios públicos, hasta las actividades comerciales.
Reconoció que el abuso en medida se ha generalizado alcanzado algunos municipios cercanos a la capital, donde hay inconformidad de los padres de familias por que en las escuelas no se respetan los tiempos legales.
No es posible que en un municipio conurbano, los maestros se empecinen en trabajar con el horario de invierno. Muchos tenemos que llegar tarde a nuestros trabajos porque los niños entran a un hora más tarde a sus actividades, expresó.