Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
MÉXICO, DF., 22 de enero de 2016.- ¿Alguna vez te has aburrido?
Nuestra aventura comienza con esta primera entrega.
Se trata de navegar y sumergirnos en los asuntos científicos y tecnológicos a partir de situaciones cotidianas en nuestra vida, sus aspectos condicionantes y los llevaderos. Trataré no sólo de explicar aspectos científicos, sino de transmitirlos y llevarlos a descubrir las razones por las cuales los científicos se divierten y apasionan tanto por hacer su trabajo. Se trata de aprovechar mejor los conocimientos generados por la humanidad, muchas veces aplicados en beneficio de nuestra vida cotidiana.
La columna aparecerá semanalmente los viernes. Trataremos cualquier tema de interés por sí mismo y tendremos en esta serie de artículos un espacio abierto a la retroalimentación para lograr ese punto de encuentro donde todos ganemos en esta experiencia de comunicación. Sinceramente espero no ser una fuente de aburrimiento, como muchas veces ocurre en la escuela, sino una de diversión.
Hablando de aburrimiento, me pregunto si alguna vez te has aburrido. Sí, se trata de cuando el tiempo pasa muy lentamente, no te interesa nada y estás apático. Una primera opción es ir a la web (ha dejado de estar de moda decir “no sé”), encontrarás varios sitios con múltiples sugerencias.
Por ejemplo un portal donde te sugieren «diez sitios webs para visitar cuando estés completamente aburrido» donde encontrarás varias alternativas. Mi favorito es «las cámaras en vivo con animales» . Te puedes quedar horas viendo fantásticos animales, algunos de ellos en sus hábitats, aparentemente compartiendo tu aburrimiento.
¿Es el aburrimiento aburrido? Para un científico es muy interesante estudiar por qué nos aburrimos, su significado, sus causas y consecuencias. En el número del 12 de Enero del 2016, la revista Nature (una de las más prestigiadas en el mundo científico) aparece un artículo en el cual nos narran como los golpes y daños cerebrales afectan nuestra capacidad de aburrirnos, de hecho la incrementan.
Un grupo de neurocientíficos en la Universidad de Otawa (también de las Universidad Texas A&M y Varsovia, entre otros grupos de investigación) estudian exactamente el significado del aburrimiento y como está relacionado con la ansiedad y la depresión, asunto nada trivial, porque la depresión nos puede llevar hasta el suicidio.
Ya siendo menos dramáticos, el aburrimiento retarda nuestros reflejos para responder a situaciones donde necesitamos concentrarnos (por ejemplo al manejar) poniéndonos en peligro. Incluso, si te aburres muy fácilmente es más sencillo desarrollar ciertas adicciones.
Por supuesto para divertirse haciendo ciencia tenemos retos por resolver. Hasta la actualidad no sabemos bien cómo inducir a individuos en un estudio hacia el aburrimiento con el fin de estudiarlo en condiciones controladas. Lo peor de todo: tampoco tenemos una forma confiable para medir el aburrimiento. El aburrimiento, su frecuencia e intensidad están relacionados con el funcionamiento de los neurotransmisores en nuestro cerebro.
Aún con todos sus defectos, existe una escala creada en 1986 para relacionar tu tendencia al aburrimiento con tus capacidades y personalidad (The boredom Pronenness Scale en inglés) la puedes encontrar en la red y calificarte a ti mismo. ¿Mis resultados? Después de contestar el cuestionario me quedo con un buen sabor de boca. Me clasifican como un individuo dispuesto a aprender.
Mi objetivo es divertirme con ustedes usando la ciencia, la tecnología y el conocimiento en lo general como materia de discusión, debate, juego y por qué no, vocación.
-Suemi Rodríguez Romo. Maestra y doctora de la Facultad de de Química de la UNAM, ha realizado diversos doctorados en la Universidad de Konstanz, Alemania, así como en la Universidad Católica de Lovania, Bélgica y en la Universidad de California. En dos ocasiones ha sido finalista en la sucesión de la rectoría de la UNAM.