Detienen a defensora de los derechos del pueblo garífuna

Honduras. 29 de marzo 2011 (Quadratín).- La madrugada del 28 de marzo, fue detenida Miriam Miranda, defensora de los derechos del pueblo garífuna y coordinadora de la Organización Fraternal Negra Hondureña, vinculada a la lucha que se viene dando en Honduras en Honduras por la restitución de la democracia, además de una férrea defensa del territorio ancestral del pueblo garífuna. La compañera se encontraba en medio de una manifestación en el Boquete, comunidad garífuna de Triunfo de la Cruz, donde en medio de dos centenares de personas, fue la única detenida, después de haber recibido el impacto de una bomba lacrimógena que le causó quemaduras en su abdomen.
La comunidad de Triunfo de la Cruz ventila un caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por la violación al derecho a la propiedad comunitaria, la que se encuentra bajo el acecho de los intereses de empresarios y políticos afines al actual régimen.
Los garífunas padecemos de un desalojo de la costa norte de Honduras, la cual hemos habitado durante casi 214 años, después de haber sido expulsado de la isla de San Vicente en 1797, tras haber librado dos guerras en contra del imperialismo británico.
Los megaproyectso turísticos se vienen apoderando de las tierras que hemos ocupado de forma constante y pacífica, haciendo un uso racional de los hábitats funcionales de nuestras comunidades, convirtiéndose muchas de ellas de forma inconsulta en áreas protegidas o sus zonas de amortiguamiento. Proyecto como el de “Laguna de Micos & Beach Resort”, el “Banana Coast”, y muy posiblemente en un futuro cercano el denominado Ciudad Modelo (Charter City), se han convertido en motivos de despojo, en el marco de la especulación inmobiliaria que han desatado sobre las playas donde habitamos.
La compañera Mirian Miranda ha demostrado durante décadas una capacidad de defensa de los derechos culturales, territoriales y religiosos de los garinagu; ademas de haber manifestado su férrea oposición al golpe de estado del año 2009 y las políticas surgidas como consecuencias de la defenestración de la democracia.
“Ya están comenzando a caer los grandes y cuando caigan todos el problema se va a resolver” declaró el Sub Comisario Victor Sanchez Bonilla. Jefe de la Policía de Tela, al Abogado Tomás Ferrera, quien compareció ante los autoridades en relación al arresto de la compañera Miranda.
La afirmación del policía Sánchez, demuestra la saña de las autoridades policiales en el arresto de Miriam, además de la violencia ejercida en su contra por los agentes del Ministerio de “Seguridad”, siendo esta actitud un muestra más de la violencia que continua en Honduras posterior al golpe de estado, a pesar del discurso oficial “que en Honduras no pasa nada”.
La convulsión social que vive el país, está en parte ligada a la descomposición del sistema judicial, el que indudablemente muestra enormes fisuras. En Honduras más del 80% de las ordenes de captura nunca son ejecutadas, siendo esta mora de los operadores de justicia un indicador de la situación; aunado a los 77,2 homicidios por cada cien mil habitantes, demuestra que las acciones punitiva del ministerio de seguridad en contra del movimiento social están más dirigidas a establecer un régimen de terror que al respeto a los derechos humanos y restablecimiento de un estado de derecho en el país.
En Honduras los pueblos indígenas y negros somos los que más resistimos las violaciones a los derechos humanos. Es histórico el racismo de parte de la elite de poder y los los funcionarios estatales. Las presiones territoriales se convierte en una gama de amenazas y crímenes hacia los dirigentes o miembros de las comunidades que osan desafiar los mandatos de los dueños de la “granja animal”.
Cabe señalar como en el año 2005, la entonces coordinadora de OFRANEH, Gregoria FLores, en un viaje a recabar testimonios para un juicio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, recibió un impacto de una bala explosiva, en su brazo derecho, en una atentado que por supuesto de inmediato los “medios de comunicación” del país redujeron a un disparo contingencial. La compañero Flores optó por exilio ante las posteriores amenazas
El año internacional de los “afrodescendientes” hay un repunte en la expulsión del pueblo garífuna de Honduras para dar lugar a proyectos turísticos, extractivos y el paraíso fiscal que pretenden construir en la costa norte. Como parte de la esquizofrenia estatal, en algunos días estarán de nuevo celebrando los de siempre, el arribo del pueblo garífuna a Honduras, siendo más pertinente que festejen la expulsión de los garífunas.
La compañera Miranda en este momento se encuentra recluida en un hospital de Tela, debido a las laceraciones, quemaduras y golpes sufridos durante el violento arresto. Falta ver que cargos le imputan los operadores de justicia y las verdaderas motivaciones que tienen para reprimir salvajemente al pueblo garífuna.