A Moonless Night, Una noche sin luna, se presentará en Oaxaca
Roque Urbieta* / Quadratín
Paris, 22 de marzo de 2011 (Quadratín).- Subtextos que nos muestran parte de la complejidad identitaria mexicana. Imágenes que nos llevan hacía un viaje al pasado y el presente. La lucha libre como metáfora de las contiendas contantes del individuo frente a su opresor. Contrariedades que se llama: Devorations (Devoraciones), exposición del pintor juchiteco Demián Flores, la cual se presenta en Tamart Galerie, en París del 4 de marzo al 16 de abril.
Recorrer la sala de la exposición es reinterpretar el pasado de la nacionalidad mexicana, en el que el desgarre de las imágenes reflejan el cuestionamiento de la historia oficial.
Son aires frescos de un artista que sigue el camino de su maestro para emplear técnicas que juegan con lo tradicional y lo moderno. Los hombres y mujeres, en forma de hombres emplumados se yuxtaponen sobre los símbolos patrióticos del México actual. Cabezas de águila, manos de serpiente, pies de halcón, muestran la notoriedad del pasado no relatado, surgido de cuerpos humanos que claman visibilidad.
Imágenes híbridas que portan armas, están en lucha frente a la imposición de la hegemonía cultural. La combinación de grabado, pintura y fotografía hacen parte del conjunto de cuadros que en subtextos nos reflejan la opresión, la defensa y la esperanza.
El luchador que vemos en el video performativo que Demián emplea como recurso artístico, nos acerca a pensar que es posible arrebatar la máscara a nuestro oponente, caminar por el escenario al coro de la multitud que ovaciona: ¡México!, ¡México! como esa manera de salir triunfantes frente al bombardeo de discursos elaborados estratégicamente por el Estado mexicano.
Los héroes patrios publicados por los libros de textos gratuitos del programa de la Secretaría de Educación impulsados por José Vasconcelos en los años 20s se ven intimidados por la sobre- exposición de imágenes que luchan por la visibilidad de las divergencias culturales que ha enfrentado por años el país. Una lucha que se mantiene, y que estas imágenes, portadoras de la otra historia poseen. Es la puesta en escena de nuestros guerreros náhualts, aztecas, mayas, zapotecas bajo una nueva forma de recreación artística.
Estamos devorados por una historia ficticia sustentada sobre un complejo patriótico cuyo soporte folclórico ha tenido la mayor penetración en el imaginario de la mexicanidad. Despojarnos de la máscara, como nos muestra el performance, es avanzar en dirección al cuestionamiento de esa unidad cultural que nos han hecho creer como estrategia de control y enajenación política, la cual ha servido de estandarte para eliminar en el imaginario nacional la otredad indígena, pese a las formas de resistencias que éstos ponen en marcha ante la cultura hegemónica creada por el Estado.
Desde el primer cuadro que apreciamos en la exposición, nos lleva por los caminos de la visibilidad de los diferentes México(s), rompiendo así con el imaginario colectivo del país en su singularidad cultural y única; al emplear en sus 50 piezas la confrontación entre lo que enseña en la historia oficial, y otras formas de interpretar la realidad mexicana. Un trabajo nada parecido a las imágenes vivas que vemos en las producciones artísticas de la escuela folclórica de México, pues Demián Flores nos hace una propuesta autrocrítica de la dualidad histórica del país, bajo el riesgo de crear una nueva forma imaginativa de la identidad mexicana.
Des-invitación Oficial de Devorations en el Festival del Año de México en Francia
Precisamente, estas formas de autodescubrimiento no ha sido de autocomplacencia para la élite política del país al des-invitar al artista juchiteco a participar dentro de las actividades que tendría durante el programa del Año de México en Francia, el cual ha sido anulado desde el pasado mes de febrero con motivo de las tensiones diplomáticas entre Francia y México por el encarcelamiento de la francesa Florence Cassez en México.
Ante tal situación, el pintor nos revela que de hecho, el Comité Organizativo de la Sección de Obras de dicho evento, negaron su participación bajo el argumento de la directiva mexicana de que las obras de Demián Flores no correspondía a los parámetros de la representatividad artística folclórica mexicana. Este individualismo panista- puntualiza el creador – tenía como propósito mostrar una cara contraría a lo que estamos viviendo en México.
Lamentó la cancelación del Año de México en Francia, pues al tener una significación simbólica sólo reunía exposiciones malísimas por ser folclóricas, que carecían en retórica parecida al discurso creado en los años 40s en relación a la identidad; cuando en realidad estamos viviendo las peores guerras y la peor miseria que existía en México. Por lo tanto agrega, entonces tú no puedes hablar de una país desde la belleza, y desde la igualdad, cuando tienes a 40 millones de pobreza extrema.
Pero cuál ha sido la causa que originó que la delegación mexicana no aceptara la participación de Devorations en la programación de dicho evento, al respecto el discípulo del maestro Francisco Toledo señaló que su propuesta pictórica les causó ruido por tanto- no entraba dentro de lo que ellos quieren presentar y difundir.
Es decir, litografías, pintura y performance que tiene una posición política, que sí reflexiona, sí abre los ojos al espectador, y que promueve una realidad.
Al reconocer que su trabajo artístico no es decorativo, sino lo contrario, es una obra que hace reflexionar sobre el otro, y es lo que no quieren quienes rechazaron su participación en el magno evento que se desarrollaría a lo largo del 2011 en el país galo.
Uno de los temas sensibles que plasma el creador en el conjunto de cuadros que integran Devorations, es el regreso al territorio, la memoria y la identidad, pues al componerse de una serie de imágenes híbridas que observó a través de su experiencia en Juchitán, su ciudad natal y la capital del país donde culminó sus estudios, posibilitó los diversos contrastes culturales que existen al interior del país.
De ahí que buena parte de su trabajo muestre yuxtaposiciones totalmente diferentes al ver ante sus ojos las dificultades por la que atraviesa la realidad mexicana, generando ése autoreconicimiento mestizo que asegura el artista lo llevó a flexionar sobre ese México interior.
La otredad como punto de balanza, es el atrevimiento que el creador toma como recurso artístico al plasmar en ella una metáfora contemporánea, fenómeno que pasa en México y aquí (Francia). Buena parte de su obra revela las divergencias culturales y no un conjunto de imágenes decorativas del México actual. Al contrario, su trabajo contradice la aparente identidad homogénea que han hecho creer al país desde principios de los años 20s, época donde se impulsa el arte figurativo post-revolucionario.
Visión que no comparte Demián Flores, pues en la actualidad el país está desmoronándose cada vez más, por lo que creo importante tener una posición crítica frente a eso. Y es que desde que inició su carrera ha tomado el arte como una forma de conciencia
como categoría de pensamiento y de reflexión, un filtro en el que podemos analizar y reflexionar, dar comentarios frente a tus contextos, lo que tú vives, lo que tú estás viendo y lo que está pasando en tu entorno. El arte, agrega, tiene un poder de cambio, o de transformación social. De ahí que en sus trabajos detectamos una posición política, pues hace del arte como un arma política.
La propuesta, abierta al público parisino y extranjeros que visitan diariamente a ésta ciudad, observará durante el recorrido de la exposición no una visión del indígena como algo del pasado o fue parte de México, sino la visibilidad de los más de un millón de grupos étnicos que habitan en buena parte del territorio mexicano.
La lucha como elemento central de sus obras nos lleva a imaginar los contantes reclamos que los grupos originarios tienen frente a la homogeneidad cultural y política impuesta por el Estado, por tanto su trabajo nos lleva hacia un México que se está construyendo, después de una guerra como la que estamos viviendo, con los miles de muertos en lo que va de la actual administración, lo que habla de una trasformación social y de reconstrucción.
Las contrariedades culturales y políticas son el recurrente en las imágenes que acercan al espectador a reflejar la vida cotidiana, donde ciertos símbolos puedan despertar una reflexión, siendo el artista parte de una memoria colectiva que al depositar en un contenedor, un video, un dibujo, los mismos símbolos que vivimos, y con ello plantear las reflexiones.
Después de los planteamientos nacionalistas que buena parte de los pintores realizaron hasta antes de los años 90s, la nueva generación comienza por abordar cuestiones sensibles como la identidad, donde es importante tener un equilibrio entre lo formal y lo conceptual, señala.
SOBRE LA CAMARA ESCONDIDA
Tras abrirse al público la exposición Devorations el pasado 4 de marzo en la Galería Talmar ubicado a un costado del Museo Pompidou, trascendió que un grupo de trabajadores de un programa de televisión del Canal plus en Francia se filtró al inmueble identificándose como colaboradores del Ministro de Relaciones Extranjeros de Francia para intentar colocar imágenes fotográficas de la responsable del secuestro de tres personas en México, Florence Cassez.
Según han dicho responsables de la galería, el objetivo era mostrar señales xenófobas contra los mexicanos como forma de broma para difundirlo ante los televidentes franceses, por lo penetraron con una cámara cachée (escondida) para capturar las imágenes montadas de Cassez sobre las obras del artista sin autorización previa.
Sobre tal situación Le Grand Journal difundió una entrevista del director de la Galería Marc Monsallier, en el que relataba cómo los tres desconocidos solicitaban que la exposición de Demián Flores tenía que ser en dedicatoria a Florence Cassez, sin embargo, frente a la insistencia se lanzaron a decir que México no era lo que ha mostrado
qué México era la droga, los niños obesos y expresiones muy vulgares
El mismo periódico galo citó que el artista mexicano se sorprendió de cómo los seres humanos pueden ser capaces de tener una postura totalmente radical, casi fascista y racista (
) donde ellos hacían comentarios racistas sobre los mexicanos.
En tanto la posición de los directivos del canal francés a través del productor de la emisión Action Discrète, argumentó que la presencia de sus colaboradores en la Galería obedecía a una misión del programa para hacer una broma, considerando como ridículo que las personas de la galería- lo hayan confundido, y se desencadenara en otra cosa.
Es así como Devorations entra en escena para visibilizar lo escondido por tantos años en México, pero que a la vez genera un ruido discursivo para las élites de la política cultural del país al des-invitar al expositor a un evento internacional, que tuvo interés para los medios franceses.
* Candidato a doctor en Antropología Política en Estudios Latinoamericano (UAM-EHESS, CERMA/ MANSCIPO) Becario del Maec-AECID