Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 1 de marzo de 2014 (Quadratín).- Al menos cinco por ciento de los pacientes que viven con VIH, y que son atendidos por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), presentan resistencia a la insulina o diabetes como consecuencia del tratamiento antirretroviral o factores genéticos y ambientales asociados con el estilo de vida.
Esta condición aumenta la posibilidad de desarrollar algunas enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones propias de la diabetes, indicó el doctor Juan Sierra Madero, jefe del Departamento de Infectología de ese nosocomio.
El especialista precisó que esa cifra, integrada en gran parte por varones y adultos mayores, forma parte de los mil 500 casos que en la actualidad atiende el Instituto.
Si bien los medicamentos antirretrovirales han demostrado alta efectividad en el tratamiento del VIH, algunos estudios han demostrado que estos fármacos aumentan el riesgo de padecer diabetes, en especial los inhibidores de proteasa que suprimen al máximo la replicación del virus y detienen la evolución de la enfermedad, comentó.
El tratamiento antirretroviral conocido como altamente activo o combinado, y que consiste en tomar al menos tres drogas juntas para lograr el efecto esperado, fue aprobado en 1995 y México lo puso a disposición de los pacientes dos años después.
Sierra Madero recordó que la industria farmacéutica tiene ahora más de 25 compuestos que han demostrado acción directa contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Entre ellos, el lopinavir y el Indinavir relacionados con la resistencia a la insulina debido a diferentes mecanismos a nivel del páncreas o en los tejidos grasos.
Ello condiciona que el organismo no responda de manera adecuada a la insulina, lo que significa que con el tiempo los niveles de glucosa (azúcar) en sangre suben más allá de los rangos normales, los cuales oscilan entre 70 y 100 miligramos por decilitro.
“Lo anterior no quiere decir que el uso de estos medicamentos cause directamente diabetes; sin embargo, el problema se agrava cuando una persona ya es propensa a sufrir esta enfermedad crónico-degenerativa”, expuso Sierra Madero.
Aunado a ello, los antecedentes familiares, el tabaquismo y el sobrepeso u obesidad que están relacionados con malos hábitos de alimentación y el sedentarismo, también contribuyen a incrementar los índices de dicha afección entre las personas de este grupo, advirtió el entrevistado.
Al cierre de 2012, las estadísticas reflejaban que más de 84 mil personas recibían medicamentos antirretrovirales en nuestro país y se estima que al año se integran alrededor de ocho mil personas al tratamiento, por lo que un paciente infectado puede vivir más allá de los 60 años.