Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
Oaxaca, Oax. 28 de diciembre de 2010 (Quadratín).- Ante la denuncia de secuestro hecha por migrantes centroamericanos que han sido atendidos en el albergue diocesano Hermanos en el Camino en Ciudad Ixtepec, la Diócesis de Tehuantepec, respaldó el servicio que en nombre de la iglesia católica y esa jurisdicción presta el párroco Alejandro Solalinde Guerra.
El obispo Oscar Armando Campos Contreras demandó a las autoridades correspondientes den seguimiento a las denuncias presentadas por quienes han sufrido vejaciones y ofrezcan la seguridad que corresponde a quienes se ven amenazados.
A través de una carta abierta reiteró el compromiso de la Iglesia de servir a quienes por cualquier circunstancia de abandono experimentan la necesidad de solidaridad, como es el caso de los migrantes.
Al celebrar la Navidad vemos como una sombra la situación de miles de migrantes, tanto los nuestros que están fuera de su hogar, como los provenientes de otros países que, con el fin de conseguir el sustento de la vida familiar, tienen que soportar el rechazo o someterse a humillaciones que rebajan su condición humana, asentó
Manifestó la preocupación del obispado de Tehuantepec ante las amenazas dirigidas a su hermano Solalinde Guerra, misioneras y laicos que laboran en el albergue Hermanos en el Camino.
Por esto pidió respeto a la integridad y trabajo que realiza la coordinación de la Pastoral Social de Movilidad Humana en la región del Istmo.
Por otra parte, Solalinde Guerra confirmó que aceptó las medidas cautelares ofrecidas por el Estado –que incluyen cuatro escoltas– para no desairar a las organizaciones de la sociedad civil y a la Iglesia preocupadas por su integridad física.
En entrevista con Quadratín, el párroco precisó que los elementos pertenecen a las Fuerzas Estatales de Apoyo de la Unidad de Operaciones Especiales, pero sólo se hará acompañar por uno porque el resto se encargará de la custodia del refugio.
Asimismo rechazó que porten armas largas, uniforme y tengan el rostro cubierto.
También comentó que la presidenta honoraria del DIF, Margarita Zavala, le externó su admiración por el trabajo que realiza en Ciudad Ixtepec, a la vez que lo persuadió de la importancia del resguardo.
Después de meditarlo me di cuanta que tenía que poner algo de mi parte. No soy ni héroe ni mártir, sólo un sacerdote común y corriente, manifestó.