Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
JUCHITÁM, Oax. 13 de abril de 2014 (Quadratín).- Para los indígenas zapotecas de Juchitán, en el Istmo de Tehuantepec Oaxaca, el “domingo de ramos” representa el primer encuentro del año con sus muertos.
Desde que amanece el panteón que lleva por nombre “Domingo de Ramos” luce lleno de juchitecos que acuden a pasar un día de convivencia con sus familiares ahí sepultados.
Comen, beben y contemplan entre ellos los recuerdos vividos con el difunto.
Tal vez así la tradición se ha ido heredando entre la población juchiteca.
En el panteón de Juchitán las tumbas asemejan casitas, quizás hechas así para no perder el contacto con los muertos y poder ingresar a su moradas para consolarse mirando el recuerdo de sus familiares en fotografías.
Parte de la celebración, es la diversidad de comida que se expende en los corredores del panteón.
Hay dulces regionales, pan y tamales que en vida también disfrutaba el difunto.
Durante todo el día permanecerán dentro de las sepulturas cerca de sus muertos, el próximo encuentro con ellos será hasta Todos Santos en octubre, pero esta vez según la creencia, las ánimas los visitarán en sus casas.