El episcopado ante el segundo piso de la 4T
Signos y Señales
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de mayo de 2016.- Forzado a un cambio de rutina por los tiempos de edición, preparo este artículo muy de mañana, claro desde Oaxaca, donde recientemente hubo cambio en la presidencia del Colegio de Economistas del estado, Colegio fundado hace casi de 40 años, siendo su nuevo presidente Hugo Tulio Félix Clímaco, un buen economista, con experiencia en el área presupuestal, quien por cierto tuve oportunidad de ver hace unos días en un brindis por la llegada de Guillermo Valls Esponda a la Sala Superior del Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa, evento percibido positivamente por los demás integrantes de la Sala, entre quienes tengo muy buenos amigos. Pero este no es el tema hoy.
Lo comento porque también hace 40 años se crea la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón, desconcentrada de la UNAM, hoy Facultad de Estudios Profesionales, Aragón, como parte de un esfuerzo para desconcentrar las actividades académicas de la UNAM. Esta Facultad, hoy ofrece 14 carreras y 11 posgrados, cada vez es mejor su planta docente y ya tiene mucho más alumnos. Pues ya empiezan, se puede ver en su página Web, los festejos por cu cuarenta aniversario.
Tuve oportunidad de dar clases en economía, en los años iniciales de la institución, junto con Gustavo Esteva -quien también vive en Oaxaca., tuve un trato amable por parte de las primeras autoridades y los estudiantes por supuesto. Mis temas los de siempre política económica y finanzas públicas. Ciclo que interrumpí cuando me fui a vivir a Oaxaca, como Secretario de Finanzas, con ese buen gobernador que fue Heladio Ramírez.
En ese entonces comparaba a los alumnos de la ENEP, respecto a los de la Facultad de Economía de la UNAM. Estos últimos que veía en las noches, buscaban mil pretextos para evadir la clase, incumplían con las lecturas sobre política fiscal y económica, en cambio los de la ENEP Aragón, muchachos más humildes, trabajaban para estudiar, eran mucho más interesados en aprender. Recuerdo a varios de ellos con afecto, por ejemplo José Luís Ochoa, quien trabajaba como cajero en Bancomer, un muchacho formal, respetuoso y cumplido, lo que le ha sido premiado por la vida. Ha sido vicepresidente de la Comisión Nacional Bancaria, en los tiempos de Jonathan Davies y Presidente de la CONSAR.
Recuerdo a una pareja, “los esposos”, quienes además de ser alumnos ejemplares, trabajaban y el fin de semana estaban construyendo su casa con sus propias manos. Un ejemplo de vida y esfuerzo notable.
Hubo otros más como Gabriel Terova y Carlos Loeza, quien trabajo conmigo en dos oportunidades, tanto en LICONSA donde era el experto para la importación de leche, y fue uno de mis Directores Generales en la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la SHCP, además de que fue Presidente del Consejo Directivo del Colegio Nacional de Economistas, antes me acompañó como vice presidente del mismo.
Regrese alguna vez a dar alguna conferencia, pero se poco lo que ha evolucionado la FES Aragón, pero siguen egresando economistas, siguiendo el programa de estudios de la Facultad de Economía de la UNAM.
Es extraordinario que estos esfuerzos se mantengan vivos, en zonas con niveles de marginación superiores al promedio de la CDMX, evitando la saturación de la propia Universidad.
Veo dos temas en el horizonte inmediato que deben ser atacados por sus autoridades: en primer lugar actualizar su Plan de Estudios a la realidad, revisar que ha pasado con los egresados en su vida laboral y fortalecer la extensión universitaria, buscando oportunidades de consultoría en los temas de las diversas carreras que se ofrecen en esa institución.
Tienen el apoyo de la UNAM, el área de economía tiene un buen soporte con el Dr. Leonardo Lomelí, hoy Secretario General de la UNAM y ex director de la Facultad de Economía.