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MÉXICO, DF., 13 de noviembre de 2014.- Tras una vida de desengaños, Soledad es contratada para preservar en un banco de recuerdos la memoria de un filántropo, que quiere donar toda su fortuna a la lucha contra el Alzheimer.
La paga es buena y el trabajo se vincula con su vocación literaria, incluso el hombre tiene un extraño atractivo; sin embargo, esta actividad aparentemente fácil se va llenando de sorpresas.
La protagonista irá descifrando las claves de una existencia llena de golpes de timón, mientras enfrenta sus propios demonios y se reinventa como artista.
“Soy dos mujeres. Dos mujeres distintas en una misma persona. Él me las presentó. Me arrojó a un mundo de secretos del alma, armada únicamente con un teclado, una computadora y una palmada en la mejilla. Así me despertó del letargo de la rutina. Yo era un pez nadando con la corriente. Hasta que nos cruzamos en la misma agua forzándome a cambiar el rumbo. La vida es así, de pronto te cimbra como un temblor de tierra. Te salen grietas. Como si estuvieras hecha de barro. Nadie me ha resquebrajado como él”.
“En ese entonces yo rozaba la mitad de la mitad de la treintena. Ni los amantes, ni los amores falsamente eternos, ni el abandono paterno, ni la vocación frustrada me desbocaron en torrente como me sucedió al conocer al señor Eduard Castells”.
En su cuarta novela, Martínez-Belli sitúa a la literatura entre sus personajes principales. Por un lado representa el sueño ideal, el lugar donde la imaginación cobra vida y también los miedos, obsesiones, pasiones y sentimientos que ellos han vivido.
Vida y obra, creación y realidad son un todo indisoluble que Laura Martínez-Belli nos hace recorrer en ambas direcciones mientras demuestra, una vez más, su talento para crear atmósferas y mantener la tensión hasta La última página.
Laura Martínez-Belli (1975) nació en Barcelona, hija de español y nicaragüense. Pasó su infancia en Panamá, la adolescencia en Madrid y vive en México desde 2004. Tras una breve incursión en las ciencias de la información, se formó en Historia del Arte y se desempeñó en museos, institucionales culturales y galerías de arte tanto en Madrid como en la Ciudad de México.
Publicó en 2007 su primer libro titulado Por si no te vuelvo a ver, le siguió El ladrón de cálices (2010), Las dos vidas de Floria (2012) y La última página (2014), todas publicadas bajo el sello Planeta.