Cortinas de humo
Gobernar por asamblea comunitaria
OAXACA, Oax. 7 de diciembre de 2014.- Poco a poco los ciudadanos comunitarios acceden al recinto de la Asamblea. Invitados por los topiles para la ratificación de la nueva autoridad que fungirá para el año 2015 a propuesta de la autoridad saliente, quien con base en la información del sistema escalafonario de servicios prestados a la comunidad por cada uno de los ciudadanos eran los indicados para ejercer el poder en la municipalidad.
Cada tres años, con base al sistema escalafonario de servicios, se informa a la autoridad electoral del Estado, los ciudadanos que ocuparán los cargos en los próximos tres años divididos en anualidades y ratificados por la Asamblea cada año. La anualidad del servicio es por costumbre ancestral, se parte del principio que todo gobierno debe durar poco para evitar su mal uso y su entronización en perjuicio de la comunidad, además se garantiza que todos los ciudadanos ocupen los servicios sin perjuicio económico, puesto las autoridades no perciben sueldo alguno. La gratuitidad del servicio es una característica del gobierno comunitario.
Es importante destacar que el gobierno comunitario no recae sólo en el cabildo, sino en una serie de otros servicios que son designados por la Asamblea, de aquí de la idea de la integralidad de la autoridad comunitaria. Fueron nombrados más de 50 personas para desempeñar diversos cargos, además de más de 30 músicos, puesto que también se considera este arte como servicio. En una comunidad de 300 ciudadanas y ciudadanos, casi una tercera parte desempeña algún tipo de servicio.
La vida pública en una comunidad es bastante activa, se es más ciudadanos que hombre privado, esta es otra característica del gobierno comunitario. Además de que no vivir en la comunidad no significa alejarse de estas responsabilidades, así, los comunitarios que viven en Oaxaca, México y los Estados Unidos de Norteamérica, forman comisiones para contribuir para el desarrollo del pueblo, así como los profesionistas que logran destacarse buscan apoyos en los gobiernos para mejorar los servicios que necesita la comunidad.
El espíritu público es el principal sentimiento del gobierno comunitario. Por la activa participación de las mujeres y hombres y por este espíritu público que campea en la comunidad, así como la deliberación pública como método de gobierno, se puede catalogar a este tipo de gobierno como profundamente republicano y democrático en términos roussunianos.
Claro que hay resistencias de algunos ciudadanos para asumir los compromisos que implica la realización del servicio comunitario, sobre todo los jóvenes y cuando implica un servicio menor, por ejemplo topil o policía. Sin embargo, hay otros jóvenes que, con gran espíritu de responsabilidad, asumen dichosos los servicios asignados.
La Asamblea es una institución de toma de decisiones sobre asuntos públicos, esa es su naturaleza. Los asuntos públicos son aquellos que inciden el la vida colectiva, en su seguridad, en su desarrollo, en su paz social, son asuntos de todos y para todos. Las autoridades, comisiones y demás servicios son los encargados de ejecutar la voluntad de la Asamblea.
La justicia y la utilidad van de la mano en las decisiones de la Asamblea. Esta es una la fórmula de administración legítima y permanente que buscó estudiar Rousseau en su libro: “El Contrato Social”. La Asamblea es la institución de orden político y social que sirve de sustento a todas las demás órdenes, incluyendo las religiosas, la comisión de las fiestas patronales es una de las más importantes del gobierno comunitario.
Los ciudadanos reunidos forman el pueblo, así, pueblo y Asamblea son la misma cosa. Aquí cabe muy bien la diferencia entre pueblo y población. El pueblo es un sujeto actuante, un tomador de decisiones, un deliberante, su reunión es constante para la buena marcha de la comunidad, en cambio, en los gobiernos no tradicionales, el pueblo sólo existe en cada elección de sus gobernantes y sólo para ello. Por ello, el pueblo no es la suma de los ciudadanos, sino la expresión, la manifestación, la voz, la voluntad, el colectivo. En las sociedades modernas el pueblo sólo puede expresarse como Estado, en cambio, en las sociedades comunitarias como Asamblea.
El ciudadano comunitario es un sujeto de derechos pero también de obligaciones y muchas obligaciones. La edad para ser ciudadano comunitario empieza desde temprana edad, en los tequios los niños y niñas ayudan en darles de comer a los animales que trabajan en la labor comunitaria o ayudando a las mujeres para servir los almuerzos y comidas, la edad de retiro es después de haber prestado todos los servicios. Un comunitario desempeña servicios en la municipalidad, de manera gratuita, durante más de cincuenta años.
Por eso en la asamblea hace escuchar su voz. Los puntos del orden del día se van atendiendo, poco a poco, las deliberaciones son intensas, a veces sube el tono de la voz. El presidente municipal conduce la Asamblea, regularmente son personas humildes, incluso con baja escolaridad, pero saben que hacer, por la experiencia de haber pasado por innumerables servicios.
Las deliberaciones tienen dos dimensiones, por un lado, se delibera entre comunitarios, los que están cerca entre sí, se escucha el murmullo intenso del intercambio de ideas sobre el asunto que se está tratando, el presidente otorga un tiempo prudente para las deliberaciones, una vez que considera que el intercambio ha sido suficiente, pregunta si se ha discutido lo suficiente, la Asamblea, con un asentamiento a través del murmullo, la Asamblea considera que ha sido suficiente.
Un segundo momento se da cuando se delibera de cara a la Asamblea, intervienen los que quieran intervenir, se puede deliberar sin límite de tiempo. La asamblea puede durar hasta tres días, desde la mañana hasta la noche. El presidente somete el asunto a la Asamblea, esta asienta con un consenso mediante una exclamación. El voto no es individual es colectivo, los inconformes tuvieron la oportunidad de discutir con amplitud sobre el asunto. La voz del pueblo, al unísono, otorga su consentimiento sobre una determinada tendencia de solución al problema planteado.
La deliberación tiene también momentos previos a la Asamblea, en la casa, con los vecinos, en las tiendas, en los corredores públicos se abordan los temas. Si bien existen grupos de interés que desean que la Asamblea se incline hacia una determinada solución, no siempre obtienen éxito en sus deseos, pues las decisiones son por consenso y no por mayoría.
Estamos pues ante un verdadero Contrato Social, en términos de Rousseau, la Asamblea es una forma de asociación que defiende y proteje, con su voluntad, a la persona y a sus bienes, mediante la unión crea la autoridad única, el comunitario se obedece a sí mismo, luego entonces, es autogobierno, es libre. La asamblea no hace onerosa a la autoridad que nace de sí misma, pues todos los comunitarios son iguales entre sí, sus voces tienen el peso igual y la voluntad es de todos. Todos mandan y todos obedecen, es la clave del gobierno comunitario.