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OAXACA, Oax. 15 de septiembre de 2014 (Quadratín).- Para rememorar un episodio de justicia y solidaridad que liberó del yugo opresor a los prisioneros de la cárcel del Pueblo de Dolores, el Gobierno de Oaxaca otorgó la libertad bajo caución y el beneficio preliberacional a 112 reclusos, en su mayoría indígenas y personas de escasos recursos, privados de su libertad por la comisión de delitos menores del fuero común, en un acto de firmeza y justicia plena que fue encabezado por el Gobernador Gabino Cué Monteagudo.
Este acto de profunda justicia, fue posible gracias al apoyo solidario de la fundación Telmex-Reintegra, y desde luego, de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que hicieron patente su patriotismo contribuyendo al pago de las fianzas de las oaxaqueñas y oaxaqueños que hoy obtuvieron su libertad.
“Estamos convencidos que la libertad es el principio elemental para alcanzar el pleno desarrollo y progreso social; sólo en libertad los pueblos y los individuos pueden aspirar a alcanzar la plenitud y la grandeza. Es así como conmemoramos las Fiestas Patrias, honrando el legado y ejemplo de los héroes nacionales en su lucha por la justicia y la libertad”, sostuvo el mandatario oaxaqueño.
Por lo anterior, desde 2011 se realiza este acto generoso, con apoyo del Tribunal Superior de Justicia del Estado, y la valiosa cooperación de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría para la Defensa del Indígena. Un esfuerzo que ha permitido otorgar la libertad a 748 presos indígenas y personas de escasos recursos, gracias a una inversión superior a los 12.5 millones de pesos.
Este acto de justicia humanitaria, ha buscado en todo momento propiciar la reinserción social e incorporación de las personas al seno de su familia. Por ello, exhortó a las oaxaqueñas y oaxaqueños que hoy alcanzaron su libertad, a valorar el profundo significado de vivir apegados a la legalidad.
En este marco, el Gobernador Gabino Cué los conminó a retornar al seno familiar, a la vida social y al pleno ejercicio de sus derechos ciudadanos, conduciendo sus actos por la senda del bien común; a incorporarse a la actividad económica y productiva de la sociedad con honradez, responsabilidad y compromiso con sus familias y con ellos mismos.
“Alcanzamos el gran anhelo de nuestra libertad, no volveremos a delinquir”
“Que Dios los bendiga”, expresó el indígena mazateco Andrés Carpio al recibir este día su Constancia de Libertad. “Ser libres nos da la oportunidad de rehacer nuestra vida y reunirnos con nuestros familiares, comprometiéndonos a no volver a delinquir”, expresó a Gabino Cué en representación de los internos de la Penitenciaría Central y demás reclusorios que obtuvieron su libertad.
En este marco, el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alfredo Lagunas Rivera afirmó que el régimen penitenciario está cambiando, ya que la reclusión por conductas delictivas, en ningún momento puede estar distante del trato digno y la garantía de los derechos humanos, y menos aún, la condición económica de sectores desventajados socialmente, debe ser motivo para postergar su libertad.
“La libertad por tanto, es un principio que no puede subyugarse a plazos excesivos, a condiciones y obstáculos económicos; pues es un derecho que permite la autodeterminación y la sustentabilidad, como el don más valioso que define todo su actuar para consigo mismo y los demás”, afirmó.
Es así, que se hizo efectivo el ordenamiento constitucional, otorgando la libertad bajo caución, así como beneficios preliberacionales o por reducción de condena por buen comportamiento en favor de 90 personas sentenciadas y 22 procesadas; quienes fueron privadas de su libertad por delitos menores del fuero común, dándonos como resultado un total de 112 personas beneficiadas.