El alma de los ancestros está viva en las creaciones de los artesanos

Oaxaca, Oax., 28 de febrero de 2012 (Quadratín).-Mujer menuda pero firme, la tez curtida por el sol, viste una sencilla enagua y un huipil istmeño; en los surcos de la piel guarda la experiencia de largos años de trabajo; en los ojos, la dignidad de una vida ardua y en sus manos, la fortaleza de una talentosa e imaginativa artesana que domina su oficio llevándola a niveles de excelencia.
Es Justina Oviedo Rangel, su vida la ha pasado frente al telar, de cara al mar, recibiendo la brisa y contando los hilos necesarios para tejer historias plasmadas en bellas piezas textiles de algodón. Así como ella, Guillermina e Irene Aguilar, son creadoras de figuras de barro envueltas en coloridos trajes regionales y Marcela García con mágicas manos teje tiras de palma en un ir y venir hasta convertirlas en un fino tenate.
Con 88 historias seleccionadas de entre más de 200, incluidas las de estas cuatro mujeres y más de 300 fotografías de piezas y retratos, tras dos años de investigación se concluyó el libro Grandes Maestros del Arte Popular de Oaxaca, resultado de un trabajo coordinado entre el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de las Culturas y las Artes, Fomento Cultural Banamex A.C., la Fundación Harp Helú Oaxaca y el Consejo Nacional para la Cultura.
En la presentación de la publicación, que tuvo como marco el Centro Académico y Cultural San Pablo, la presidenta de la Fundación Harp Oaxaca, María Isabel Grañén Porrúa, dijo que los creadores “son la herencia del vivir de sus padres y abuelos, que manifiestan una huella oculta y forman eslabones a través de técnicas ancestrales que remiten a un pasado glorioso y a un presente que no puede deslindarse de su historia”.
El arte popular de Oaxaca es un universo fascinante de formas, técnicas, colores y texturas, cada pieza es como un meteoro luminoso y en ella el alma de los ancestros parece viva, agregó María Isabel Grañén, quien admiradora del trabajo de los artesanos ha adoptado como su vestimenta habitual los hermosos trajes y huipiles confeccionados por talentosos oaxaqueños complementados con joyería en filigrana y delicadas alhajas de la tradición orfebre de la entidad.
Tras destacar que cada página del libro seduce al lector porque hablan del talento de manos que tienen un don, mencionó que a pesar de que han pasado cientos de años, las técnicas ancestrales en el arte popular se repiten, se nutren con nuevos diseños y se transforma.
COMO UN GRAN JONRÓN
En su intervención, don Alfredo Harp Helú, destacó que la publicación nos enseña también que México tiene madera para salir adelante y hay millones de razones para lograr mejores condiciones de vida. Si nos avocamos a vivir como los artesanos crean sus obras nuestro país tendrá una luz que nos guiará por el camino de la cultura, del humanismo y la paz, dijo.
Ante el gobernador Gabino Cué Monteagudo, el secretario de las Culturas y las Artes, Andrés Webster Henestrosa; la directora de Fomento Cultural Banamex, Cándida Fernández y el director de Compromiso Social del Grupo Financiero Banamex, Andrés Albo, el presidente honorario de la Fundación que lleva su nombre, celebró como “un gran jonrón” la publicación de este libro.
Luego de hacer entrega simbólica de algunos ejemplares a los artesanos que asistieron a la presentación acompañados de sus familias, el gobernador resaltó que a escasos meses de su remodelación el Centro San Pablo se ha convertido en un referente para la vida cultural de Oaxaca y México.
El libro Grandes Maestros del Arte popular de Oaxaca, incluye además un directorio de 137 artesanos de productos de barro, madera, plata, metales, textiles, entre otros, con la finalidad de que quien adquiera el libro, pueda contactarlos y adquirir directamente sus obras.