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Oaxaca, Oax. 21 de mayo de 2009 (Quadratín).- Manuel es un sobreviviente. Un hombre de esperanzas. Un padre de familia que sólo tiene el deseo de saber cumplir a su pueblo y no defraudarlo, asegura.
Manuel de Esesarte es ahora candidato a diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el distrito 08, con cabecera en Oaxaca de Juárez, la ciudad que gobernó.
Pero no sólo fue el reto político de tomar decisiones para la ciudad más importante de Oaxaca, sino que Manuel de Esesarte, tuvo antes que vencer en el pasado el cáncer que lo dejó sin saliva, que superó y que hoy no le arrebata las ganas de servir.
Entiende que tiene enfrente el reto más grande de su vida, llevar a la tribuna más alta del país, los justos reclamos de un pueblo golpeado por la opresión.
Misión, dice, que no quiere perderse por que reconoce que Oaxaca tiene la grandeza para cortar de tajo esa triste historia de marginación y pobreza que la ha caracterizado desde tiempos ancestrales e inmemoriales.
En su visión el diputado que quiere el electorado este 5 de julio, debe ser responsable y pulcro en su actuación.
Ya no quiere un levantadedo, ni tampoco alguien que sólo vaya a calentar una banca.
Por eso de Esesarte propone una labor consensada con su pueblo, con el electorado, por que ya no se puede ni se debe decir ninguna propuesta legislativa a las espaldas del interés ciudadano.
Empresario de abolengo, considera que la Legislatura que viene será de grandes contrastes y de grandes retos, quizá heroicos, pues del trabajo que logren los nuevos diputados dependerá el futuro de la Nación.
Admite que México pasa por situaciones difíciles y apuesta por legislar para mermar esos males.
Sin duda que habrá de apretar el cinturón, al gasto público, sin dejar de recaudar impuestos, señala.
Habló también de mejorar la calidad del gasto, para que se ejerza con austeridad y mayor responsabilidad, privilegiando las inversiones y las obras en aquellas zonas que urgen del apoyo puntual de la Federación.
Tal es caso de Oaxaca, opina, que pide sea saldada la vieja deuda. De las críticas en su contra, dijo que forma parte de una guerra sucia, pues cuando fue servidor público al frente del Ayuntamiento de la capital hizo las cosas bien.
No tengo nada de qué arrepentirme, tengo la conciencia tranquila y las manos limpias.
Aclaró que puntualmente cumplió con la oportuna rendición de cuentas, rechazando que hubiera algún faltante, como se ha mencionado en su cargo.
Si hubiera algo en mi contra, existiera alguna demanda en mi contra y no la hay en ninguna instancia, se defendió.
Manuel Esesarte dice que la vida la ha dado una lección que ha aprendido a entender y que le obliga a ver las necesidades de la gente tocándose el alma y el corazón.
Admite que sufre cuando ve la pobreza flor de piel, cuando entiende que hay grandes desigualdades que urge atender con acciones integrales, no con politiquerías, ni más mentiras.
Creo en mi gente, por que sé y admiro su gran capacidad de salir adelante y progresar. Por que son como yo, como mi familia que entendemos que sólo trabajando se avanza hacia un mejor bienestar, comenta en un tono tranquilo, que despierta confianza.