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Signos y Señales
MÉXICO, DF., 15 de enero de 2016.- En la Recaudación Federal Participable (RFP), base para el cálculo de las participaciones pagadas a estados y municipios, su principal ingreso propio, el componente petrolero ha sido fundamental, representando históricamente, más de una tercera parte del mismo.
En 2015 su participación tuvo una caída importante, compensada por la recaudación del IEPS a las gasolinas que presentó un incremento superior al 300 por ciento, lo cual fue como la lotería para las finanzas de los tres órdenes de gobierno, principalmente para el federal, que además recibió recursos importantes por las coberturas petroleras.
La recaudación preliminar del IEPS de 307,762 millones de pesos, fue superior a los 73 mil millones de un año antes, un neto adicional de 235 mil millones de pesos aproximadamente.
Por otra parte, en 2015 desaparecieron del esquema petrolero de la RFP los derechos de extracción de hidrocarburos y ahora se depende de los recursos transferidos del Fondo Mexicano del Petróleo, más el ISR por contratos y asignaciones, por lo cual, adicionando el efecto de la caída del precio internacional del petróleo, el componente petrolero cayó casi el 50 por ciento real respecto a 2014.
Pero… gracias IEPS! dirían las finanzas de los tres órdenes de gobierno.
En efecto, el impuesto que surgió después del IEPS negativo, permitió compensar la caída de la RFP, que al formar parte del componente participable, permitió sortear la crisis fiscal en 2015. Claro, les fue mejor a las entidades con incrementos notables en sus ingresos propios, particularmente al DF, pero también al Estado de México y Campeche, entre otros.
Como ha mencionado Emilio Barriga, si se eliminase el efecto del IEPS en la RFP, se habría observado una caída real negativa en la misma de 14.9 por ciento en términos reales respecto al ejercicio inmediato anterior.
Las participaciones, el principal ingreso propio y de libre disponibilidad de las entidades federativas en 2015, resultaron 2.1 por ciento inferiores en términos reales, respecto a las recibidas en 2014, aunque en relación a lo estimado en el PEF 2015, crecieron 0.8 por ciento en promedio.
Respecto a 2014, tres entidades recibieron un poco más de participaciones en términos reales, Campeche, Baja California Sur y Nayarit, pero las demás recibieron menos, principalmente, San Luis Potosí, Veracruz, Oaxaca, Zacatecas e Hidalgo.
En relación a lo estimado, cinco resultaron con menores recursos, principalmente Tabasco y Zacatecas. Les fue mejor, a Quintana Roo, Estado de México, Guerrero y Jalisco.
Para 2016 el panorama no resulta mejor, ayer el precio fue de 21.38 dólares, muy lejos del de 105.3 de febrero de 2013. 2015 lo término en 27.37 dólares. Ante ello el IEPS fijó que se estima aporte de 209 mil millones de pesos, mantendrá las participaciones en 2016 y si son insuficientes, ahí está el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (el FEIEF), que tiene más de 30 mil millones de pesos.
Por el lado de las participaciones es necesario revisar la estructura del componente petrolero de la RFP, para evitar la volatilidad en las transferencias no condicionadas, dado el bajo potencial recaudatorio de los impuestos que pueden cobrar y la práctica nociva de matar las pocas que tienen, como es el caso del impuesto a la tenencia, lo que significa menos recursos para ellos y los municipios. Estos últimos con menos opciones, deben hacer un esfuerzo para incrementar su recaudación del predial.
Resulta fundamental que asuman disciplina en el gasto público, una más eficiente distribución del mismo, eliminando los gastos de ornato o propaganda, sin que esto signifique incrementar las cifras de los desempleados, ya que hasta el sector informal tiene sus límites y cada despido es un drama familiar y social.