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OAXACA, Oax. 26 de marzo de 2016.- Los padres de Rafa, lo han traído a consulta porque ha estado «sustrayendo» dinero.
Refiere su papá que empezó con cantidades pequeñas, pero que a él no le pareció importante, quizá lo vio más como una simple travesura; sin embargo cada vez las cantidades se han ido incrementando; de tal manera que acaba de comprarse un celular de 6 mil pesos, cuando se dieron cuenta , le quitaron el celular y lo trajeron a consulta.
Rafa tiene 13 años y cursa el segundo año de secundaria, tiene una hermana de 3 años, a la que se le dedican todo tipo de prioridades porque «esta pequeña»; a la que se le deben cumplir todos sus deseos «¡está pequeña!», y porque además si no se le cumplen llora, se enoja y hace berrinche.
Si salen a dar un paseo, seguramente le comprarán cosas a ella porque «está pequeña», no así a Rafa que ya es mayor.
Además Rafa ha comentado que antes de nacer su hermanita; pasaba mucho tiempo con su mamá, que es trabajadora social y trabajaba en una comunidad.
La tenía solo para él, ya que su padre casi no iba a verlos, podían ver como sembraban la milpa, allá en el pueblo, el cambio de varas verdes a las grandes mazorcas, sin que los visitara.
Ahora es distinto porque el tiempo de su madre no se dividió; está entregado por completo a la pequeña rival; su padre sigue ausente y aunque es un gran proveedor, nunca les faltan las cosas materiales…
Sí le falta su cariño, un espacio para los juegos, paseos, apoyo en las tareas. Aunado a que hay discusiones constantes, como la única forma que tienen sus padres para comunicarse; y lo que han logrado es que Rafa no tenga confianza, ni hacia ellos, ni en sí mismo; la autoestima, la seguridad, la protección que debe sentir, está deteriorada, minimizada.
En la escuela se sentía menos, pese a su gran capacidad intelectual, cuando empezó a subir de peso, se alejo más del grupo, por aquello de las burlas por ser gordito. Sufría y decidió poner un alto a ese pesar y a esa angustia:
Decidió cobrar esa falta de atención, ¡hacer lo posible porque se fijaran en él!.
Con los pequeños robos podía complacer a sus amigos con golosinas y paseos, ahora con un celular tan caro, ha logrado ser muy popular; sus amigos reclaman su atención y que les preste su móvil tan caro; ya es mirado y reconocido; está presente.
En casa no ha ido mal el asunto porque sus padres ante la dimensión del robo, también le han puesto atención, y lo han llevado a apoyo psicológico, y como nunca están preocupados.
Durante algunos meses de tratamiento, este se ha encaminado y ha dejado de hacerlo, sobre todo gracias al apoyo de su madre, quien colabora en todo lo que está de su parte, y ha logrado equilibrar su amor entre los dos hijos, de ponerles tareas a ambos de acuerdo a sus edades pero también de darle a Rafa un espacio para que juegue y lean juntos; su padre se conforma con pagar las consultas, aunque su participación es mínima, ha tratado de no discutir con su esposa.
Sin embargo en la última consulta , a pesar de los buenos resultados note un Rafa, muy callado, con mezclas de emociones desde la tristeza, la risa nerviosa, al enojo, a esconder la cabeza dentro de su playera, para no verme, ó más bien para que no lo viera yo.
Totalmente diferente al niño con el que había trabajado las últimas semanas.
Él dijo después de largos momentos de tensión y silencio:» Ayer me levante muy temprano y estaba listo para ir a la escuela antes que mi mamá, así que en lo que ella se bañaba, vi sobre la cama su teléfono y pensé que podría jugarlo unos momentos, cuando lo tome llegaban mensajes, me ganó la curiosidad y los abrí, decían que la amaban, que la extrañaban, que no había deseo más grande que abrazarla …y así frases por el estilo».
Es una gran responsabilidad criar a los hijos dentro de una gama de valores, cuando nosotros como adultos no los practicamos y no ejercemos los rasgos que nos definen como leales, honestos, sinceros, como verdaderos.
Estamos inmersos en grandes soledades, a pesar que cada vez somos más, los espacios se llenan de gente, pero no de compañía, no de amistad, no de amor. Existe vulnerabilidad ante la posibilidad de sentirnos acompañados.
A pesar de lo antagónico del asunto; la tarea: recuperar lo que le han robado: el respeto y la confianza, que son la base sobre la que debe erigirse Rafa y pueda responderle a la vida de manera positiva, sin «sustraer».
El punto real es que queremos hijos sanos mental y físicamente, solo que nuestras conductas son el mejor ejemplo para ellos; y a veces éstas dejan mucho que desear.
Psic. Eréndira Edgar Vargas.
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