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México, Oax. 27 de septiembre de 2010 (AFP).- El obispo mexicano Raúl Vera, premio de Derechos Humanos Rafto 2010 por su defensa de los migrantes y su crítica contra los abusos de poder, considera que esta distinción reconoce a muchos activistas del país, golpeado por la violencia ligada al narcotráfico.
Una buena parte del premio se debió a la situación social del país. Lo veo como una ayuda para nosotros. Es una manera de reconocer a los muchos y muy buenos defensores que tenemos en México, dijo el religioso y activista en una entrevista telefónica con la AFP.
La elección de Vera como ganador del Rafto 2010, creado en 1986 con el nombre del profesor y defensor de los Derechos Humanos noruego Thorolf Rafto, se hizo pública el jueves, mientras el obispo participaba en ejercicios espirituales que le impidieron atender a la prensa hasta la noche del viernes.
La Fundación Rafto, con sede en Oslo, le reconoció por su postura siempre crítica contra los abusos del poder y en la defensa de los migrantes, pueblos indígenas y sectores en desventaja como los homosexuales.
El obispo de Saltillo (Coahuila, norte), de 65 años, cree que es la impunidad la que está mandando al garete a México.
Para sostenerlo, no escatima ejemplos y el primero, como muchos otros, lo encuentra en su propia estado. Vera compara la reacción en el reciente accidente minero en Chile con la que tuvo la empresa Grupo México, la primera minera del país, cuando 65 de sus trabajadores quedaron atrapados en la mina Pasta de Conchos (Coahuila) en febrero de 2006 y sólo recuperó posteriormente dos cadáveres. Mira lo que están haciendo en Chile para rescatar a mineros a 700 metros de profundidad. Y a los mineros que están aquí, a 150 metros, a los tres días los dejaron de buscar (…) No han querido llegar a los restos porque los restos hablan, aseguró.
En cuanto a la ola de violencia ligada al narcotráfico que azota parte del territorio mexicano, el obispo diagnostica que todo se explica por la desigualdad. Ha creado el caldo de cultivo para que tengamos hoy tanta influencia del crimen organizado que puede corromper a jóvenes y autoridades.
También considera errónea la respuesta del gobierno a los cárteles, un combate militar en el marco del cual han muerto más de 28.000 personas en tres años y medio. No se está actuando con la procuración de justicia. Se está actuando con la fuerza de las armas, lamentó Vera, quien ha expuesto en numerosas ocasiones violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad.
Vera, quien viajará en noviembre a Bergen (oeste de Noruega) para recibir el galardón, señaló que dedicará los 10.000 dólares de premio a los organismos que ha impulsado: un refugio que ha atendido a 40.000 inmigrantes indocumentados en los últimos ocho años y un centro de derechos humanos. En el centro necesitamos más personal. Ahora atendemos a familias de 82 personas que han desaparecido en Coahuila sólo en los últimos dos años. Pero sabemos que hay muchas más que no denuncian por miedo, alertó.