
Fin a las castas y dinastías que abusaron de la reelección: Nino Morales
MÉXICO,DF,. 31 de diciembre de 2015.- A inicios de julio de este 2015 el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera puso a temblar a su gabinete.
A poco menos de la mitad de su gestión y luego de los desastrosos resultados de la elección del 7 de junio, en el que el partido que lo postuló, el de la Revolución Democrática (PRD) perdió la mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y 10 delegaciones, Mancera dio un golpe de autoridad y anunció que sometería al gabinete a una evaluación.
Era una reacción a los resultados electorales, que contrastaban con el respaldo que la ciudadanía brindó al propio Mancera tres años antes, con más del 60 por ciento de votos, la mayor votación a favor para un candidato a jefe de gobierno.
El 16 de julio Mancera dio a conocer su nuevo gabinete, y aunque en su mayoría eran enroques, destacó que el líder de la corriente perredista Vanguardia Progresista, Héctor Serrano, dejaba la Secretaría de Gobierno para irse a despachar a la de Movilidad.
Serrano fue blanco de acusaciones de parte de Morena durante el proceso electoral, que lo responsabilizó de orquestar agresiones y hacer prácticas fraudulentas contra la oposición.
Algunos militantes del PRD como Agustín Guerrero y Armando Quintero abandonaron las filas del partido al ver la confección de las listas de candidatos del sol azteca, y acusaron al entonces secretario de Gobierno de favorecer a sus candidatos, con el beneplácito de Mancera, afirmaban.
Otro movimiento que llamó la atención fue la salida de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Rosa Icela Rodríguez, sustituida por el ex consejero jurídico José Ramón Amieva, un hombre de todas las confianzas de Mancera, pero sin la campechanería de su antecesora para acercarse a los beneficiados por los programas sociales capitalinos.
En tanto Rosa Icela Rodríguez se fue a la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec); en su caso fue blanco de las sospechas de perredistas quienes la acusaron de apoyar a Morena mediante los programas sociales del GDF, aunque sin pruebas.
Asimismo, el jefe de gobierno reforzó su primera línea con la incorporación de Alejandra Barrales a su gabinete. Quien fuera su rival en la campaña interna del PRD por la candidatura a la jefatura de gobierno en 2012, se incorporó como secretaría de Educación.
Barrales tiene experiencia como legisladora local y federal, así como dirigente local del PRD y no es una neófita en el tema educativo, que impulsó cuando fue presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF durante la V Legislatura.
Mancera refrendó su apoyo en los secretarios de Salud (Sedesa) y de Desarrollo Económico (Sedeco), Armando Ahued y Salomón Chertorivski, respectivamente, a quienes mantuvo en sus cargos.
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