
Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 2 de noviembre de 2013 (Quadratín).- A escasos 20 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, las tradiciones indígenas perviven. En San Jerónimo Tlacochahuaya, una vez que pasó el ceremonioso duelo del Día de Muertos, a los Fieles Difuntos se les festeja.
En el único panteón de este municipio, famoso por su templo del siglo 16, la festividad se realiza por la tarde.
Cerca de las 16:00 horas comienzan a concentrarse las familias, para convivir con sus seres fallecidos. En las tumbas, entre reducidos pasillos, colocan ofrendas y a la vez juegan.
Una vez que le llevaron a su ser querido su comida y su bebida predilecta, se concentran en una tumba amplia y plana.
Corren los dados y las apuestas, con nueces y cacahuates; el juego de las Serpientes y Escaleras no puede faltar. Entre pláticas, tragos de mezcal y frutas transcurre la tarde, que animan algunos grupos musicales.
Entre tanto, el sacerdote de la localidad ofrece misas a quienes contraten el servicio; algunos rezos, agua bendita y palabras reconfortantes. La noche llega y concluye la festividad con la compra de un dulce regional o un antojito o el disfrute de los pequeños en los juegos mecánicos. Así concluye aquí y en el país el tradicional Día de Muertos.