Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
En femenino plural
MÉXICO, DF, 13 de diciembre de 2014.-De las 17 medallas olímpicas logradas por España en Londres 2012, 11 las consiguieron mujeres. Mireia Belmonte, Marina Alabau, las chicas de waterpolo o las ‘guerreras’ de balonmano fueron algunas de las que participaron en este hito.
Las mujeres presentes en el mundo del deporte ya no son minoría, logran medallas, rompen récords. Sin embargo, todavía luchan a diario por hacerse con su trofeo más preciado: el reconocimiento.
El pasado mes de agosto, pasando casi inadvertida para el grueso de la sociedad, la selección española de baloncesto femenino jugaba por primera vez en su historia la final de un Mundial.
Tampoco defraudaron las chicas de fútbol, clasificadas, también por primera vez, para dicho campeonato. Además Vero Boquete, delantera de la selección, opta al Balón de Oro.
El conjunto nacional de waterpolo se hizo con su primer europeo y un año antes, en 2013, ya habían conseguido hacerse con el Mundial. También a nivel individual las deportistas han conseguido hacerse un sitio en la historia. Laia Sanz, tetracampeona del Dakar; Carolina Martín, campeona del mundo de bádminton o Mireia Belmonte, con numerosos récords y medallas en su haber, son algunos buenos ejemplos.
La nadadora Mireia Belmonte, que en 2013 se mostró crítica con el escaso apoyo recibido y el poco reconocimiento obtenido, “importa más el pelo de Sergio Ramos que mi récord” llegó a decir, ha seguido trabajando para superar sus marcas. Atrás quedan las críticas, el placer de lograr sus objetivos es mucho mayor porque nadie se lo ha puesto fácil.
Andy Murray, tenista británico, decidió elegir a la francesa y exnúmero uno Amelie Mauresmo como entrenadora. Su argumento fue claro, “Amelie lo pasó mal con los nervios y los acabó dominando al final de su carrera”, sentenció. Al tenista le puede la presión de las grandes citas y cree que un entrenador que sabe lo que significa esta tensión puede ayudarle más que otro que lo desconoce. Independientemente de que este sea hombre o mujer.
La reacción del mundo del tenis ante su decisión no se hizo esperar y mientras algunos decían querer seguir sus pasos o lo apoyaban, como es el caso del suizo Roger Federer, otros como el australiano Matosevic ironizaban con la igualdad de oportunidades, “no seré yo (el que dé este oportunidad)”, decía.
Ante el aluvión de críticas hacia Gala León, nombrada capitana del equipo español de la Copa Davis, Murray se posicionó con un contundente mensaje “ojalá sea la primera de muchas”, animó. Una postura minoritaria en el mundo del tenis en particular y del deporte en general.
El pasado mes de mayo el equipo de fútbol Clermont Foot, de la Segunda División francesa, comunicaba el nombramiento de la portuguesa Helena Costa, con un amplio historial futbolístico a sus espaldas, como entrenadora del conjunto.
La noticia tuvo un gran revuelo mediático al ser la primera mujer encargada de dirigir un equipo de fútbol profesional. Un mes después Costa renunciaba al cargo siendo sustituida por otra mujer, la francesa Corinne Diacre.
El tiempo dirá si es un hecho puntual o se convertirá en una tendencia habitual. Lo que parece claro es que el camino será largo. Y es que en la liga española, por ejemplo, en la Primera División de fútbol femenino de los 16 equipos que disputan la competición, solo dos son entrenados por mujeres.
No tienen un sueldo desorbitado, ni son la imagen de campañas publicitarias millonarias. Rompen barreras porque un día decidieron que querían formar parte de la historia, que iban a luchar por eso que tanto les gustaba. El difícil camino las hizo aun más fuertes y por eso ahora nadie puede con ellas.
El deporte nunca ha sido cosa de hombres, solo los roles impuestos en la sociedad han tratado de dirigir nuestros gustos y preferencias acorde a unos parámetros. Sin embargo las mujeres en el deporte ya no son minoría, las licencias femeninas en baloncesto, el deporte con mayor presencia femenina, no paran de crecer situándose, en España, en las 134.248 mujeres.
Con su lucha y trabajo diario, igual que el de los hombres, han obtenido sus frutos en un camino que, sin embargo, se les ha hecho mucho más largo.
(Texto proporcionado por el Centro de Colaboraciones Solidarias CCS)
Noemi Portela Prol
Periodista
Twitter: @NoemiPortela