Exige Congreso al Ejecutivo atender problemática del agua en Juchitán
POZA RICA, Ver. 9 de junio de 2014 (Quadratín).- Las tortugas marinas enfrentan diversas dificultades para conservarse, pues siguen enfrentando riesgos, sobre todo inherentes a la acción del hombre, como la depredación, indicó el técnico operativo del Campamento Tortuguero del Totonacapan, Justin Iván Sánchez Cerda.
Manifestó que a lo largo del territorio veracruzano existen 22 campamentos para la conservación de este animal, principalmente de las especies Carey y Lora, “las cuales desovan en costas papantecas y son las que enfrentan mayores riesgos de extinción debido a la depredación humana”, indicó.
Sánchez Cerda indicó que en un nido se llegan a depositar entre 100 a 120 huevos, cuyo valor en el mercado negro llega a comercializarse hasta en 150 pesos, y la carne de estas especies hasta en 500 pesos el kilogramo, por ello la importancia de su conservación.
“Quedan varadas en las redes, asfixiándose en 15 minutos, y a pesar de que en ciertas zonas está regulado el uso de redes algunos pescadores meten malla chica y ahí se quedan atoradas”, expresó.
De acuerdo con registros del Campamento Tortuguero del Totonacapan, ubicado en Villas de Chichinik, que opera en una extensión de litorar de 35 kilómetros, aproximadamente, de las playas que comprenden el municipio de Papantla, el saqueo se da de entre un cinco al 10 por ciento, que significa entre 15 a 20 nidos, y que dada la extensión de las playas.
Además, la limitante de recursos y personal que enfrentan los campamentos dedicados a la conservación de las tortugas, dificulta la cobertura de vigilancia necesaria para el cuidado de estas especies, precisó.
El saqueo, indicó el entrevistado, se intensifica en la región de Tamihua, “debido a la gran extensión de playa y poco personal técnico operativo”, con el que se viene contando para atender esta problemática”. En el territorio veracruzano existen de norte a sur 22 campamentos, cuatro de gobierno federal operados a través de Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, y el resto manejado por asociaciones civiles interesadas en el tema de la conservación, cuatro se ubican en la región norte del estado, y que corresponden al de Chaparrales en Cazones, Fundación Yepes y Marcelino Yepes, ambos en la región de Tecolutla, y el del Totonacapan ubicado en la zona de Papantla.
“Todos los campamentos enfrentan falta de recursos”, afirmó. El técnico operativo del Campamento Tortuguero del Totonacapan informó que a fin de conservar y proteger a las tortugas marinas a nivel nacional e internacional, en los últimos años ha sido posible realizar “con mucho esfuerzo” un programa de marcaje a nivel de investigación, donde mediante la colocación de transmisores colocados en las tortugas ha sido posible conocer las rutas migratorias, con lo cual ha sido posible identificar que las tortugas van a su zona de alimentación, en Florida, el mismo sitio en donde hace algunos años se presentó un derrame de petróleo.
“Hubo muchas tortugas muertas, se puede fundamentar el sacrificio tomando en cuenta la cantidad de tortugas que arriban a las playas del Totonacapan”.
Aunado a esto, dijo, consideró que en la actualidad las leyes para sancionar ese tipo de prácticas son muy ligeras, y no significan una verdadera condición para limitar este tipo de acciones.
Citó como ejemplo que en lo que va de los últimos años ha sido posible sancionar a una sola persona, “a la que se le dictaron cinco años de prisión sin derecho a fianza, lo cual sirvió para inhibir esta clase al menos un poco la comisión de esta clase de delitos”.