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MÉXICO, DF. 30 de junio de 2014 (Quadratín).- Hacer una permanente evaluación de las políticas públicas permite realizar los cambios y adecuaciones necesarias a los programas, para que sean más exitosos y con mejores resultados para los beneficiarios, destacó la subsecretaria de Desarrollo Agrario de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Georgina Trujillo Zentella.
Señaló que el interés del Gobierno de la República, a través de la SEDATU, es trabajar de manera transparente, de la mejor forma posible y entregar óptimos resultados. “Es un compromiso del secretario Jorge Carlos Ramírez Marín y estoy segura de que seguiremos evaluando los programas, pero también encontrando las mejores soluciones para robustecerlos”.
Así lo señaló durante el evento en el que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, entregó a la SEDATU la evaluación de sus programas Joven Emprendedor Rural y Fondo de Tierras (actualmente Programa de Apoyo a Jóvenes para la Productividad de Futuras Empresas Rurales) y Fomento al Desarrollo Agrario (FORMAR), correspondientes al ejercicio 2011.
Señaló que se trata de dos valiosos programas que permiten incidir en una mejoría en las condiciones de vida de la gente y recordó que en México 25 millones de personas habitan en los núcleos agrarios, por lo que hay una gran población objetivo para dichos programas.
Trujillo Zentella explicó que en 2011, el programa Joven Emprendedor Rural tuvo cobertura en 16 entidades y para este 2014 la meta es llegar a 22 estados para incrementar la presencia en todo el país.
Reconoció que se debe trabajar para que los proyectos apoyados tengan una ubicación de acuerdo a las ventajas potenciales de cada región; lograr la vinculación entre los proyectos para que cuenten con valor agregado y se puedan formar cadenas de valor que mejoren el ingreso de los beneficiarios; lograr que el acceso al crédito sea más ágil y se cuente con tasas de interés preferentes; así como trabajar en la capacitación de técnicos y promotores.
De acuerdo con la evaluación de la FAO, el programa Joven Emprendedor Rural y Fondo de Tierras (JERFT) es una alternativa para el desarrollo de los jóvenes en zonas rurales que de otra manera optarían por la migración o el trabajo como jornaleros. Los proyectos apoyados logran incrementar en promedio en un 25 por ciento el ingreso de los beneficiarios y se generan ocho empleos por proyecto, de los cuales el 44 por ciento son permanentes.
En el caso de FORMAR, en la vertiente de proyectos comunitarios, el 77 por ciento de los beneficiarios son hablantes de una lengua indígena. Por cada proyecto se generan cuatro empleos en promedio, se incrementó en 16 por ciento el ingreso de los participantes y tuvieron un 18 por ciento de rentabilidad.
En su intervención, Eduardo Benítez, representante asistente de FAO en México, confío en que los resultados de las evaluaciones entregadas sean insumos que puedan sumarse a los cambios y las adecuaciones que habrán de surgir de la reforma para el campo.
Dijo que es necesario fortalecer la estrategia del desarrollo agrario con un presupuesto equilibrado, con respecto al ordenamiento territorial y el desarrollo de la vivienda rural; reducir el tamaño de los grupos y elevar el monto por beneficiario, así como definir una política clara de difusión y promoción de los programas.
En el evento estuvieron presentes el procurador agrario, Cruz López Aguilar; el director general del Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (FIFONAFE), Ricardo López Pescador; la diputada presidenta de la Comisión de Reforma Agraria, Gisela Mota, y Luis Benito Acosta, director del proyecto en la FAO, entre otros.