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OAXACA, Oax. 16 de diciembre de 2013 (Quadratín).-Las diferentes propuestas estéticas de más de un centenar de alumnos del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, fueron abiertas al público este fin de semana.
El dinamismo creador de alumnos y maestros quedó de manifiesto en la revisión anual que lleva a cabo el Taller, para dar a conocer al público lo que se produce en los talleres de escultura, litografía, dibujo, grabado y gráfica, entre otras disciplinas.
El director del Taller Rufino Tamayo invitó a todos los alumnos a redoblar sus esfuerzos porque, en el 2014 el Taller Rufino Tamayo estará cumpliendo 40 años.
Es importante, que el Taller siga siendo encabezado por jóvenes, que presenten propuestas innovadoras y mantengan la inquietud que surgió hace cuatro décadas cuando surgió a iniciativa de jóvenes en busca de una alternativa para el arte”.
A 40 años es oportuno preguntarnos cuáles son nuestras perspectivas y qué quiere esta generación de jóvenes, si estamos mostrando un tipo de trabajo distinto al que se ha venido haciendo, expresó.
Previo a la inauguración los alumnos coincidieron en que el entorno del Taller Tamayo, es muy sano que brinda un gran apoyo para el desarrollo personal “aquí, no es como en otras escuelas, los maestros son compañeros y los alumnos que ya tienen tiempo tomando clases nos brindan su apoyo, hay mucho compañerismo”.
La libertad en las propuestas creativas es otra constante, sostuvo Rodrigo Yepez, quien explora las expresiones de la escultura, en las que aplica la teoría sicoanalítica de Sigmund Freud.
Luis Fernando Cervantes Cortés, busca perfeccionarse en grabado y acuarela, sus trabajos le han dado opciones alternativas. Abogado de profesión, decidió no conformarse con los códigos y leyes y decidió incorporar el arte para darle mayor sentido a sus actividades.
Israel Quero, expone una pieza escultórica titulada “Mi hijo el drogadicto”, mediante ella busca visibilizar la drogadicción, que se ha convertido en un tema trillado, que ya nadie lo nota. La pieza que exhibe muestra a un ser sin cerebro y maniatado. Ahora las madres en lugar de decir “Mi hijo el médico”, “Mi hijo el estudioso”, dicen mi hijo el drogadicto, señaló.
Por su parte, David Castillo, con obras en grabado, anuncia que motivado por el Taller estudiará la licenciatura en Artes Plástica. En nueve meses en el Tamayo, ha cambiado su forma de trabajar, materializando lo que ve. Él presenta unos pies sin dedos, como una forma de representar la ausencia de quienes se van.
Leonardo Torres, con tres obras de gran formato en acrílico, muestra el erotismo sutil: un policía uniformado tatuado del brazo, con figuras femeninas, una chica abriendo el zipper de su chamarra, y una camisa a cuadros abierta por dos manos.
Nayeli Bracamontes Ojeda, una apasionada del dibujo, presenta dos propuestas cuya composición y gran formato atrajeron las miradas de decenas de visitantes. Egresada de Criminología, actualmente es perito y encargada de hacer retratos hablados. Para ella las artes visuales debieran ser parte de toda escuela.
La exposición del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, reúne decenas de trabajos cuya riqueza es palpable.
Permanecerá abierta el mes de diciembre y parte de enero de 2014. El acceso es libre.