
Procura Ayuntamiento mitigar el estiaje en la ciudad de Oaxaca
OAXACA, Oax. 16 de abril de 2014 (Quadratín).-Esculturas de una libélula gigante, caballos, tortugas, un cocodrilo albino, un buey y un elefante, se exhiben en el andador turístico de la ciudad de Oaxaca.
Se trata de la Zoología fantástica, del pintor, grabador y escultor Fernando Andriacci, oaxaqueño originario de San Juan Bautista Cuicatlán, que llevó sus creaciones al público, para admiración de propios y visitantes.
En la primera calle de Macedonio Alcalá se instaló la mayoría de las esculturas, de metal, bronce y piedras, recién expuestas en la sede del ayuntamiento capitalino.
Bajo un inmenso cielo azul, uno de los tonos favoritos del pintor, destacan una libélula gigante, roja, que distinguen igualmente los óleos del artista.
De metal también una figura estilizada de una dama; dignas de admirarse las esculturas que rememoran a los migrantes, a base de piedra.
Turistas y habitantes de Oaxaca disfrutan de la muestra, se toman fotos y preguntan acerca del autor. No obstante, sólo una mampara con escuetos datos proporcionados por el ayuntamiento revelan el nombre del artista.
Andriacci, que recién concluyó otra muestra en la Casa de la Cultura Oaxaqueña, se ha distinguido también por esculturas en cerámica, además de sus coloridos y fantasiosos cuadros de óleo. Algunas de sus obras se pueden adquirir en las distintas galerías que se localizan en el Centro Histórico de esta ciudad.
Es fundador del Taller de Artes Plásticas Municipales y Pintura Monumental “Rodolfo Nieto”. Abrevó de reconocidos creadores como Francisco Toledo, Rufino Tamayo y Rodolfo Nieto, entre otros.
De acuerdo con su currículum, se distingue por su trabajo en pintura, cerámica y obra mural. En sus creaciones predominan figuras animales y vegetales, ricamente ataviadas con otras más pequeñas y con diseños que se insertan en lo decorativo.
Las representaciones zoomorfas se convierten en un bestiario propio que recrea la dimensión de lo fantástico.
Por lo pronto, parte de la fauna fantástica se puede mirar, tocar y tomar fotos del recuerdo en un espacio que en Semana Santa se atiborra de paseantes.