Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 13 de noviembre de 2014.-La limpieza regular de la casa, así como en dormitorios, grietas de paredes, techos de lámina, palma, madera, pliegues de colchones, almohadones, rincones, ropas, armarios, y detrás de cuadros, ayudan a prevenir la presencia de la chinche besucona que transmite la enfermedad de chagas.
Mediante un comunicado, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) informaron la importancia de la participación de la población para evitar la transmisión de este padecimiento que afecta el corazón, aparato digestivo y sistema nervioso.
Informó que durante el 2013 se detectaron 136 casos y hasta el mes de junio de este año se han registrado 53, siendo las regiones de la Costa con 22 casos, 17 en Valles Centrales, seis en el Istmo, seis en Tuxtepec y dos en la Mixteca.
Los SSO realizan acciones de prevención mediante rociado domiciliario con insecticida biodegradable que no daña el medio ambiente, han impartido pláticas y reuniones en las zonas afectadas, realizan la vigilancia epidemiológica en hospitales con la prueba de HAI a hemodonadores y tratamiento a los enfermos.
La chinche besucona se encuentra en el 70 por ciento del territorio nacional en climas cálidos y secos, su tamaño es de 2 milímetros hasta los 2 centímetros en estado adulto, es de color pardo con un reborde de bandas transversales que se alternan en colores, su cabeza es de forma afinada con dos ligeras protuberancias que son los ojos; tiene seis patas y un par de antenas.
El mecanismo de infección se lleva a cabo inmediatamente después de que la chinche se alimenta de la sangre de las personas, ya que el insecto deposita sobre la piel o mucosas su materia fecal, que contiene los tripanosomas infectantes.
A través de pequeñas lastimaduras en la piel o por el rascado, los parásitos penetran en el interior del organismo y se diseminan en la sangre, para alojarse posteriormente en los tejidos, otros modos de transmisión son: transfusional, congénito, trasplantes de órganos y oral.
La enfermedad se distingue en tres etapas, la aguda, indeterminada y crónica, en la primera se adquiere inmediatamente la infección, la segunda puede durar toda la vida, hasta la ancianidad; y la última se presenta en el 30 por ciento de los pacientes donde existen lesiones cardiacas y del sistema nervioso.
La gran mayoría de los individuos adquieren la infección silenciosamente, sin que se presenten síntomas evidentes de que ha contraído la enfermedad, solo un 20 a 30 por ciento de los casos agudos presentan algún tipo de sintomatología y se puede afirmar que solo un 5 por ciento de los infectados agudos presenta el complejo oftalmoganglionar o signo de Romaña (ojo en compota) que caracteriza a la enfermedad aguda.
En este periodo se presenta fiebre, edema generalizado (hinchazón), aumento del tamaño del hígado y bazo, inflamación de ganglios, siendo las manifestaciones cardiacas y neurológicas las más importantes, el porcentaje de mortalidad de Chagas agudo varía del 1 al 5 por ciento con una mayor incidencia en niños de corta edad.