Realizan feria del pan y chocolate en la ciudad de Oaxaca
Oaxaca, Oax. 28 de marzo 2011 (Quadratín).- El 4 de Julio de 2010, los oaxaqueños y oaxaqueñas rechazamos la continuidad del autoritarismo y votamos por un proyecto de transición democrática. El mandato fue construir instituciones democráticas solidas; garantizar el equilibrio de poderes, la autonomía municipal, la independencia de los órganos autónomos.
Por eso, ante el proceso de renovación del Congreso General del Instituto Estatal Electoral (IEE), una institución vital para la democracia, nos decepciona la actitud asumida del Congreso oaxaqueño. Lejos de realizar las reformas necesarias para ciudadanizar el órgano electoral, dotarlo de mayor fortaleza, establecer mecanismos adecuados para la atención de la conflictividad político-electoral, los legisladores optaron por el continuismo.
Las reformas del 8 y del 23 de marzo no han hecho sino refrendar el control partidario. La supuesta democratización anunciada con la emisión de una convocatoria no es sino una mascarada que lejos de encubrir, devela el propósito de los partidos políticos de ser quienes definan a los consejeros. No es abierta porque marca el requisito de inscribirse ante la fracción parlamentaria de su elección , y el proceso de revisión y entrevista a los aspirantes queda totalmente en manos de cada fracción parlamentaria. Ello limita y es condicionante de la autonomía de quienes se inscriban.
Una demanda central de la ciudadanía es que el IEE se convierta en garante de elecciones transparentes, imparciales, equitativas, con apego a la norma; den certeza en los resultados y generen confianza en la ciudadanía. Que en los municipios que eligen por normas de derecho consuetudinario no se violenten estos procesos, sino que se establezcan los canales adecuados para la mediación y la resolución de conflictos.
Para ello se requiere una institución cuyo órgano de gobierno, el Consejo Electoral, se integre por ciudadanos y ciudadanas sin vinculación con partidos políticos o gobiernos; con conocimientos y experiencia en materia electoral, y con solvencia moral. Asimismo, una exigencia de los pueblos y comunidades indígenas es que, ya que no se ha establecido una sala especial, los consejeros y consejeras sean conocedores de sus sistemas normativos internos.
La experiencia ha mostrado cómo el IEE, lejos de resolver problemas ha violentado a las comunidades y acrecentado la conflictividad; en el 2010 vimos su actuar tendencioso en las elecciones tanto a gobernador del estado, diputados locales y presidentes municipales.
Ante esa situación rechazamos enérgicamente la cerrazón de los partidos políticos a la ciudadanización plena del Consejo General del órgano electoral.
Conminamos a las y los diputados a acatar el mandato de los oaxaqueños y oaxaqueñas y atender las voces de sus representados. Exigimos la ciudadanización plena del IEE, por tanto nos pronunciamos que sean personalidades surgidas de la sociedad civil o la academia las que integren ese consejo.