A 5 años, no dejemos solo a nadie
Oaxaca, Oax. 21 de enero de 2009 (Quadratín).- No cabe duda que el suceso más importante del año fue la llegada al poder del país más poderoso del mundo por parte de un afroamericano. Muchos en Estados Unidos de América y en México, creen que el nuevo presidente de color solucionará todos los problemas de la nación, como la guerra en Irak y Afganistán y la gran crisis económica que ha provocado miles de pérdidas en la economía. Sin embargo, esto no será tan fácil. Madeleine Albright, Ex Secretaria de Estado declaró hace unos días que el mundo que recibe Obama es muy peligroso: la gran potencia está perdiendo terreno.
Durante su campaña, Barack Obama ofreció diálogo frente a los desafíos más grandes en política exterior. Prometió acabar con la guerra en Irak, ganar la de Afganistán, cerrar Guantánamo y hacer cambios en la política con Cuba. Sin embargo, esos cambios no ocurrirán con facilidad. No será fácil lidiar con los intereses de las empresas de guerra establecidas en Estados Unidos. Al mismo tiempo, el dominio creciente de China en diversos ámbitos se vuelve hostil con los intereses de Norteamérica en temas como los derechos humanos.
Pakistán e India se convierten en una región hostil para las relaciones internacionales de Estados Unidos. No será fácil condensar las pretensiones de chiítas, sunitas y kurdos en Irak, una guerra que ha dejado grandes pérdidas al tesoro estadounidense. Aunque Obama ha mencionado que favorecerá el diálogo directo con Irán, también ha sido muy claro en cuanto a que Teherán debe abandonar sus ambiciones nucleares, algo que el gobierno de Irán no hará fácilmente. Corea del Norte será otra de las grandes incógnitas que heredará Obama. Una nación nuclear, hermética, que hasta hace poco según Bush integraba el eje del mal.
Ante la situación internacional actual, hay que agregar el eterno conflicto entre israelíes y palestinos. La llegada de Obama al poder ha causado gran expectativa en Europa. Durante el mandato de Bush hubo diferencias con naciones influyentes como Francia o Alemania. Pero el terreno donde se teje lo que muchos llaman la nueva guerra fría es en Asia Noriental. Estados Unidos y Rusia no tienen excelentes relaciones, Rusia se ha opuesto a que Estados Unidos instale un escudo Antimisiles en Europa. En África, existe el problema en el Sahara, en el Congo y en Sudán, lo cual causará dolores de cabeza al nuevo presidente.
En el caso de América Latina, Obama deberá voltear los ojos hacia Sudamérica, donde han surgido gobiernos radicales como el de Hugo Chávez, con quien el presidente negro ya se había enfrentado verbalmente horas antes de tomar posesión como Presidente. No hay que olvidar la relación con el hermano de Fidel Castro, quien ha mencionado que está dispuesto a dialogar siempre y cuando Estados Unidos acepte las condiciones de la isla del Caribe.
Pero el caso que quizás más nos interese son las relaciones con México. Muchos en nuestro país creen que Obama creará muchos empleos para los inmigrantes, pero lo que poco se ha mencionado es que el afroamericano favorecerá primero a los ciudadanos estadounidenses antes que ayudar a los ilegales. La factura será cobrada a Obama en su segundo mandato si no cumple con las expectativas prometidas, porque quienes lo llevaron al poder son personas jóvenes que creyeron en la propuesta del demócrata. Hoy el mundo se vistió de luces y alegría en Washington, pero el día de mañana será otra realidad: hacer realidad los sueños de miles de personas en el mundo.