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Xochitlalyocan, jardín que resguarda la memoria verde de México
Oaxaca, Oax., 28 de febrero de 2012 (Quadratín).-Repita 20 veces la palabra coma en voz alta. A los habitantes de la ciudad les da miedo entrar a los museos y salas de exposiciones, por eso en el festejo del 20 aniversario del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) hubo banda de pueblo, pasa calles con papel picado, tacos, tostadas y refrescos. Para animar a los peatones a entrar a la fiesta.
En la celebración de este día se extrañó la presencia de los maestros Francisco Toledo, Sergio Hernández, Luis Zárate o Alejandro Santiago. Faltaron otros representantes de las nuevas generaciones de pintores oaxaqueños, como Guillermo Olguín. Lo que es más, su vecino en el Andador Turístico de Alcalá, el pintor Rolando Rojas, no llegó al festejo.
Pasaron ya dos décadas desde que abrió sus puertas el MACO. De la casona construida a finales del siglo XVII y principios del XVIII, que fue convertida en vecindad en el siglo pasado y rescatada por el gobierno del estado hoy reabre sus puertas luego de una larga remodelación.
Si bien Oaxaca se caracteriza por contar entre sus habitantes con destacados artistas mexicanos como Francisco Toledo, Sergio Hernández, Rubén Leyva o Luis Zárate; también esta característica lo convierte en territorio de caciques de la cultura, como lo señaló hace algún tiempo en prensa el crítico de artes plásticas Carlos Blas Galindo.
Por eso se ha distinguido el MACO en dos décadas de labores. Por una las pugnas entre los artistas que patrocinan la institución. Por un constante pleito entre creadores a los que se suman benefactores de la cultura y políticos en turno.
Por el MACO pasaron distintos directores. Como Fernando Solana Olivares, escritor y crítico de artes plásticas que dirigió el museo en tiempos del gobernador José Murat y renunció por desavenencias con la comunidad artística y con los políticos.
Para el actual director, Ramón Jiménez Cuen, los mejores días del MACO están por venir. Y señala: Todas las instituciones tienen momentos altos y bajos, pero los mejores días del museo están por venir.
___ ¿Y las diferencias que parecieran ser irreconciliables entre los pintores?
___Iniciamos ya el tiempo del diálogo, de lo pasado tomaremos la experiencia e iniciaremos el trabajo con más bríos. Tomamos al diálogo como herramienta de superación de los problemas que se manifestaron en otras épocas.
Oaxaca cuenta con la riqueza de sus artistas plásticos, pero hasta la fecha la imposición de criterios o egos en lo que se refiere a la política cultural es insuperable. De tal suerte que al no encontrar eco a sus propuestas los artistas optaron por inaugurar nuevos espacios culturales.
___ ¿Cómo ve el surgimiento de espacios como el Centro de las Artes de San Agustín, La Telaraña o La Calera en las afueras del Centro Histórico? se le pregunta al joven director.
___ Debemos todos celebrar la apertura de nuevos espacios.
El pintor Rubén Leyva departe con aguas frescas entre algunos asistentes al festejo de aniversario. Se le observa animado y contento, pero distante entre la algarabía.
Resuenan las notas de la banda de música en las paredes blancas, asépticas, en unas instalaciones recién remodeladas. Al fondo del patio interior se observa la figura del director Jiménez Cue que atiende a los invitados. Testimonian la entrevista tres altos laureles de la India que levantan su fronda al cielo caluroso de febrero. La imagen parece sacada de una página web: distante, inmejorable.
El director declara:
___ El ejercicio de la dirección de un museo debe ser pasional, y resuelta en el diálogo.
Retumba el sonido de los platillos y la tarola de la banda. En la cabeza resuena un lema: repita usted 20 veces rápidamente la palabra coma. Toda una estrategia de promoción cultural reducida a un artificio de propaganda.