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Consejo de la “caricatura”, Servil al Gobierno
OAXACA, Oax. 26 de noviembre de 2014.- En 1988, me resistí a aceptar que Heberto Castillo dimitiera en favor de Cuauhtémoc Cárdenas; me congratulé con la acción de la maestra (por su actividad de docente, doctora en grado académico) Cielo Reyes Cuéllar de evitar que Manuel J. Clouthier, candidato del PAN en ese año, ingresara al edificio central de la UABJO a realizar un acto de campaña. Analizamos con varios compañeros lo que acontecía en el marco del proceso electoral para elegir a quien sucedería a Miguel de la Madrid en la Presidencia de la República y, decidimos quemar nuestras naves para sumarnos al Frente Democrático Nacional. Entre las cosas que nos convencieron a hacer campaña y votar por Cuauhtémoc prevaleció el anhelo de un país para los mexicanos, con igualdad de oportunidades para todas las clases sociales, un México de libertades.
Luego vino el gran fraude electoral de la década de los 80 y pensamos -mis amigos y yo- que se actualizaban las premisas objetivas para que no esperara más el 2010, en la tradición de cien años para generar grandes cambios en el país, y esperábamos que Cárdenas convocara a la resistencia civil para construir poder popular. No ocurrió así, el hijo del general convocó en el año de 1989 a constituir un nuevo partido, al que, nuevamente el Partido Mexicano Socialista (PMS) daría su registro, nació entonces un partido con raíz de izquierda y con el compromiso de ejercer «Democracia ya, Patria para todos», a esa convocatoria acudimos y desde entonces militamos en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Vinieron los años de lucha para que Salinas no acabara con el PRD, las elecciones en las que se participaba eran reproducción de lo que había impedido a Cárdenas ser el presidente de la República y esos fraudes generaron empatías con luchas sociales, por la defensa del campo, los derechos laborales, estábamos vinculados a los estudiantes, los campus universitarios eran espacios de debate donde las simpatías mayoritarias estaban con la izquierda, construimos ahí liderazgos ganados a fuerza de razonamiento y organización, a ese partido llegamos muchos y muchas.
Hoy, se fue quien en el zócalo del Distrito Federal el 5 de mayo de 1989 convocó a militar en el PRD. Leí ayer en redes sociales, algunos comentarios y expresiones que faltan el respeto no solo a Cuauhtémoc, sino a la historia propia de nuestro país, esa ignorancia del legado social en México es la principal aliada del estado autoritario, es ese comentario inducido desde el poder de las televisoras lo que favorece y alienta agresiones de ese tipo a personalidades, como la del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien ha aportado tanto a la transición democrática en nuestro país. Fue su decisión de encauzar la fuerza social en un partido la que dio origen, por ejemplo al fenecido Instituto Federal Electoral.
Así las cosas. Cárdenas ha renunciado al PRD, solo queda ante la segura andanada de observaciones a esta decisión personal del ingeniero preguntarse, cuál es el aporte de Cárdenas, el hijo, a la lucha por un México para los mexicanos, desde mi óptica y Fundamentos, solamente comprueba que la tesis marxista de que el «sistema capitalista no precisa de individuos cultivados, solo de hombres formados en un terreno ultra específico que se ciñan al esquema productivo sin cuestionarlo», es totalmente vigente.