Un siglo por la paz
Oaxaca, Oax. 25 de marzo 2011 (Quadratín).- A menos que lo ignoremos, o que seamos verdaderamente ingenuos, pero, lo cierto es que constantemente opinamos, platicamos o decimos saber sobre temas de interés regional, estatal, nacional o mundial, en función de lo que se nos comunica e informa a través de: Los medios escritos, la radio, la televisión y últimamente el internet. Es natural que así sea, pues ningún individuo puede, materialmente, estar en el lugar de los hechos y corroborar por sí mismo, la veracidad de tal o cual información.
Estamos expuestos pues, a opinar sobre lo que otros dijeron.
Lo complicado está en que, si tenemos un mínimo de inteligencia, no podemos o no debemos de creer en todo lo que se nos dice por parte de los comunicadores, pues el proceso a grandes rasgos de generar noticias es el siguiente:
Primero, el hecho real, la comunicación de alguien a un reportero, el cual acude al lugar y en función de su capacidad, visión, ideología y sus intereses redacta una nota, la cual es turnada a los directivos de los medios, y, si así conviene a los intereses de los dueños del medio, la noticia es transmitida al pueblo.
Tenemos pues, en primer lugar al reportero, el cual tiene cualidades y defectos como cualquier ser humano que le permiten captar o malinterpretar, algunas veces malintencionadamente, el hecho del que es testigo. Y aquí ya empieza una tergiversación de los hechos.
En segundo lugar la nota generada pasa a los directivos de los medios, los cuales la acomodan según lo conveniente o de acuerdo a sus intereses, como ya se dijo. El hecho pues, ya varía otra vez el relación a cómo sucedió y si a esto le agregamos la censura, los intereses políticos y económicos de los poderosos de la región, del país o del mundo, eso obliga a que la nota, sobre tal o cual hecho, resulte maquillada (o ignorada), para no afectar los intereses mencionados. Digamos de pasada que el débil, e insignificante ciudadano no cuenta para nada, pues no tiene influencias ni recursos para evitar un ataque o perjuicio. Esta expuesto a los abusos de este poder fáctico.
Lo que se comunica, lo que se transmite e informa, no es pues, la verdad de los hechos, sino la conveniencia de los poderosos, de quienes tienen el control económico y político, de cierta zona geográfica o mundial.
Recibimos pues, como noticias, los fragmentos (los hechos) y las opiniones de los dueños del medio de comunicación y de quienes lo sostienen, pero difícilmente los hechos y la verdad tal y como se presenta.
No es agradable entender o concebir así el problema, pero, desafortunadamente así es.
Esta es mi opinión y debo decir que resulta frustrante, desagradable e indignante que en la gran mayoría de los noticieros, incluidos principalmente televisa y tv azteca, se note, se palpe, se vea, con toda nitidez, la mala fe en la transmisión de las noticias, la tergiversación de los hechos, la manipulación de la información, la mentira descarada y la ideología que la sustenta. En los noticieros de la noche y de la mañana sus conductores no esconden, salvo para los ingenuos, a quién defienden, de qué lado están y se nota claramente su actitud vendida y rastrera hacia quienes le pagan.
A lo anterior súmele usted, aunque ya lo he mencionado otras veces, la información obsesiva de nota roja y de temas intrascendentes.
Tenemos pues, una prensa que no informa, sino que descarada y cínicamente nos transmite ideología reaccionaria y una manipulación inaceptable de imágenes que poco tienen que ver con la realidad.
Sostengo, y con esto termino, que la guerra desatada en Libia, y seguramente en los demás países, por parte de Estados Unidos y el imperialismo es por apropiarse de los grandes yacimientos de petróleo, y que, aunque López Dóriga, o Carlos Loret de Mola, presenten las cosas de otro modo, en realidad es el imperialismo quien les dicta lo que tienen que decir, so pena de ser despedidos de sus centros de trabajo.
Pienso que la democracia, los derechos humanos, y cualquier otra zarandaja de este tipo le tiene sin cuidado a EU y a sus aliados. Nunca han respetado tales cosas y tampoco lo van a hacer ahora. Mientras tanto los comunicadores creen o piensan que todos en este país nos tragamos sus mentiras, nos consideran tontos y nos presentan sus notas y noticias como verdades, aun como las presentan sea un verdadero insulto a la inteligencia.