
Zedillo, jefe político de la intelectualidad de la derecha
Gabriel Hernández García *
Oaxaca, Oax. 12 de agosto de 2013 (Quadratín).- A mí, el diablo me hace los mandados, me da de comer, me sigue, lo uso, lo pongo, o lo dejo, donde yo quiero y ahí se queda, esperando. Lo llevo por donde necesito, le pongo a cargar lo que yo quiero y no protesta, no dice nada, siempre es obediente y dócil. Y no es que yo sea brujo, alquimista o que tenga algún pacto con él. En realidad no tenemos ninguno, salvo el hecho de que me sirva y que yo, alguna que otra vez, le haga algún favor. ¡Nada más! Si, este sí que es un diablo útil y servicial. En todo el tiempo que ha andado conmigo, nunca se me ha revelado, ni lo he oído protestar y bueno pues, tanto porque me es útil, como porque es sumiso lo quiero mucho. Soy de los pocos hombres que, sin tener ningún pacto con el diablo, lo quiere, lo estima y lo cuida.
¿Qué porque digo lo que digo? Bueno, mire, yo me llamo José Rojas García y nací en San Marcos Tepantepec Oaxaca, tengo, fíjese, 80 años, y desde 1963 trabajo de cargador en el mercado de abastos, antes, cuando todavía no se creaba éste, trabajé en el mercado 20 de noviembre y cuando se hizo éste otro tianguis, los cargadores nos dividimos, unos se quedaron haya y otros nos venimos para acá. Vea usted nomas y fíjese usted bien, tengo ya 50 años que me dedico a este oficio, si, ya le dije que tengo 80 años y se bien que muchos de mi edad ya se murieron, o ya no pueden trabajar, en cambio yo, sigo vivito y coleando, cuando menos eso creo, porque ¿cómo se le puede llamar vivir, de forma que yo vivo? Está difícil, verdaderamente difícil, mire, hace seis años, con mi trabajo ganaba 100 pesos diarios, y pues, para algo me servían, ahora en estos días, si acaso saco 300 pesos a la semana, con eso pago 120 de luz eléctrica y 80 de agua potable, predial y otros gastos que el Municipio me cobra, con lo que me queda compro arrocito, frijol, azúcar, alguna que otra vez una piezita de pollo y nada más. ¿Qué cada cuando compro ropa?, pues no me acuerdo bien, pero cuando lo hago compro de segunda y creo que es cada seis u ocho meses, por que con lo que tengo no me alcanza para más, ni para zapatos, vea usted los que traigo, no son de mi talla, tenía pie más grande el dueño anterior. No, no, si está difícil la vida y a mi edad, peor, si no trabajo, nadie me va a dar ni una tortilla y, aunque vivo solo, con lo que gano no me alcanza casi para nada.
Cuando trabajo y paso por los aparadores de las tiendas o en las noches, cuando prendo mi radio, veo y oigo los discursos de esos dizque los políticos, durante muchos años los he oído y los sigo viendo que dicen que cada día estamos mejor. La verdad es que no se a quien se refieran, seguramente a ellos, porque yo, ya le dije como vivo, y así como me he vivido, siento que yo, en realidad, estoy cada vez peor, ya le dije cuanto ganaba antes y cuanto saco ahora. He oído muchas veces que si cambiamos por otro partido en el poder, nuestra situación va a ser mas buena, pero, repito, yo, de los 80 años que tengo vividos, y conste que ya es algo de vida, toda, toda mi vida la he trabajado honradamente y nunca he visto que efectivamente pueda mejorar mi casa, mi comida y mi vestido. Bueno, pensándolo bien, me parece que algunos de los que han dicho que, vivimos mejor, esos sí lo han hecho, yo y otros, muchos otros que conozco ¡no!, a los políticos si los he visto que, han construido sus buenas casas, luego se compran sus buenos carros y algunos, de unos miserables que eran, como yo, a esos si los veo que han subido de nivel y viven mejor.
Yo, como humilde cargador que soy, sigo trabajando en el mercado de abastos, de cargador y sigo haciendo que el diablo me haga los mandados, aunque, para ser mas exactos, debo decir que el diablo y yo les hacemos los mandados a todo aquel que nos pide, que le llevemos su mercancía al sitio de taxis, al camión, o a la camioneta en donde la carga y se la lleva para su casa o su tiendita.
* Dirigente de Antorcha Campesina en Oaxaca. Foto: Ambientación