Respuesta a la violencia e inseguridad
MÉXICO, D.F. 6 de enero de 2013 (Quadratín).- Para el sector empresarial, el 2014 será un año de mucho trabajo, especialmente en el proceso de adaptación a las exigencias derivadas de los múltiples cambios que se procesaron el año pasado en el país.
Estamos cohesionados para tener una participación activa en la fase de legislación reglamentaria y en la implementación de las reformas, además de prepararnos para los desafíos y oportunidades que se abrirán.
En este contexto, el Consejo Coordinador Empresarial mantendrá una actuación proactiva en la agenda pública y en nuestro sector: El compromiso de ser una voz propositiva, responsable y congruente; continuar trabajando por un empresariado fuerte y unido, que sea agente activo del progreso general del país; por la defensa oportuna y eficaz de los intereses legítimos de todas las empresas de México, y sus trabajadores y procurar las mejores condiciones para su crecimiento y multiplicación.
Seguiremos propiciando los equilibrios entre los distintos sectores de la sociedad, el Gobierno Federal, el Congreso de la Unión, los gobiernos estatales y municipales, y todas las fuerzas políticas. Los empresarios, como sector congruente con la dimensión económica, política y social de nuestra actividad.
Seremos corresponsables de todas aquellas políticas públicas que incidan en el crecimiento y multiplicación de las empresas y el desarrollo nacional. De igual forma, señalaremos con firmeza y claridad nuestras inquietudes y aquello con lo que disentimos, en apego a los puntos de vista y preocupaciones de las empresas, sus trabajadores y la sociedad mexicana.
Estamos convencidos de que el 2014 es un año clave para México, en la oportunidad de definitivamente romper con la inercia de un crecimiento económico insuficiente. El reto es aterrizar y fortalecer las reformas, asegurar su viabilidad y éxito. Ya se dieron los pasos fundamentales; ahora se necesita correspondencia en los hechos.
Completar toda la legislación secundaria será una tarea prioritaria, particularmente en el primer trimestre. Es fundamental cuidar el detalle, para garantizar que el espíritu y propósitos de las reformas puedan llevarse a la práctica con eficacia.
Este trabajo no se limita a los reglamentos, sino que se extiende al factor crítico de diseñar y montar el andamiaje institucional necesario para la implementación, supervisión y reproducción de las nuevas realidades en temas como telecomunicaciones, competencia económica, energía, educación, el ámbito laboral, el financiero, hacienda pública y el sistema político-electoral.
Vienen grandes retos en este sentido, para que tengamos organismos regulatorios eficientes y autoridades competentes en los tres niveles de gobierno. Igualmente, para apoyar a agentes sociales y económicos claves para que los cambios tengan verdadera proyección nacional, como las micro, pequeñas y medianas empresas.
Desde luego, seguiremos impulsando las reformas y cambios que están pendientes, como la cada vez más urgente revisión integral del sistema de seguridad social y la lucha contra la corrupción y la impunidad, que continúa siendo el expediente indispensable para que México realmente se transforme.
Para nosotros, la Comisión Anticorrupción es de prioridad máxima, y debe ser la punta de lanza de una campaña nacional por la renovación de la cultura política y las prácticas públicas, en todos los niveles y poderes de gobierno, en la iniciativa privada y en la sociedad en su conjunto. No se trata de una reforma limitada a las leyes, sino, destacadamente, de la voluntad de cumplir y hacer que se cumpla la ley; un progreso real de la interacción entre gobernantes y gobernados, así como de las costumbres y prácticas sociales.
Ninguna reforma económica o de las instituciones políticas logrará su pleno potencial sin un compromiso firme, como nación, con el Estado de derecho.
Seguiremos dando puntual seguimiento a la seguridad pública en todo el país, sobre la base de las inquietudes, experiencias y solicitudes de apoyo de los empresarios, así como la participación en iniciativas de la sociedad civil, como los observatorios ciudadanos.
Sostenemos que en este frente resulta urgente lograr resultados prontos y contundentes, que permitan confirmar un cambio positivo en el panorama nacional.
En materia económica, el país necesita mejores indicadores en el corto plazo. Requerimos una estrategia eficaz de reactivación, que sintonice los esfuerzos del sector público y el privado. Este será el principio rector de nuestra participación en los espacios de interlocución y planeación como el Consejo Consultivo Empresarial para la Competitividad y el Crecimiento, el convenio de colaboración que tenemos con la Conago y el Programa Nacional para Democratizar la Productividad.
En todos estos espacios hemos presentado agendas puntuales y propuestas concretas, que estaremos impulsando desde estas primeras semanas del año.
Queremos lanzar con el Gobierno Federal una Campaña Nacional por la Formalización y la Productividad de todos los agentes económicos, y en especial de las Mipymes, y perfilar conjuntamente una nueva política industrial y de desarrollo regional, que permita potencializar y derramar los beneficios de las reformas, con el mayor contenido nacional posible.
Es tiempo, asimismo, de dar paso a un plan de infraestructura con sentido y alcance renovados, para generar sinergias de inversión pública y privada. Habrá que emprender las mejoras pertinentes a la reforma laboral del 2012 y sumar esfuerzos en su aplicación, para que cumpla con el objetivo de crear más y mejores empleos.
El área internacional tendrá una renovada importancia a partir de este año, en que el TLCAN cumple 20 años. Estamos trabajando con nuestras contrapartes de los países vecinos para incidir en un relanzamiento de la relación comercial y acelerar la integración productiva. De igual manera, tenemos el reto de la negociación de acuerdos trascendentales como el TPP.
En materia fiscal, mantendremos un seguimiento cuidadoso de los cambios que impuso el Paquete Económico para el 2014, para detectar aquello que falle o genere efectos adversos. Queremos afianzar bases tributarias que den certidumbre jurídica y económica para los próximos años a todos los agentes, inversionistas nacionales y extranjeros, y sector público. Seguiremos trabajando de manera cercana con la Secretaría de Hacienda y todo el Gobierno de la República, en mesas de trabajo, como las que abrimos para desarrollar propuestas tendientes a mejorar la eficiencia en el gasto público, con transparencia y rendición de cuentas.
Este año, todas las comisiones, comités y grupos de trabajo del CCE tienen una gran responsabilidad y retos estratégicos que cumplir: Fiscal, Telecomunicaciones, Educación, Energía, Laboral, Estado de Derecho, Seguridad Social, Mejores Prácticas Corporativas, el Comité de Una Sola Economía, todos dentro de la ley, la comisión intersecretarial para el combate a la economía ilegal, Los grupos de Competitividad, Seguridad Pública, Gobernabilidad y Enlace Legislativo.
Asumimos nuestra corresponsabilidad en el momento clave que vive el país.
El CCE reafirma el compromiso con todos los mexicanos, con los organismos que le dan razón de ser, con las empresas y los trabajadores del país.
Cerramos filas por la nación. México cuenta con sus empresarios, y sus empresarios con México.