Consideran legal detención de El Max, generador de violencia en Sinaloa
MÉXICO, DF, 1 de diciembre de 2014.- Los granaderos que mantuvieron por cerca de media hora “encapsulados” a un centenar de manifestantes decidieron liberarlos y permitirles seguir su camino rumbo al centro de la ciudad.
Sin embargo los van escoltando. Los granaderos portan escudos y extintores con gas.
Cerca de un millar de agentes, sin romper filas, caminan junto los manifestantes por Avenida Reforma y llegan a la glorieta de Colón, rumbo a Avenida Juárez.
Hay un coro de los manifestantes: “Con el pueblo, chingones…, con el narco, maricones”.
Una veintena de integrantes/observadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), vestidos de blanco, acompañan la marcha rumbo a las estaciones del Metro Hidalgo o Juárez «para evitar que abusen o golpeen a los muchachos», dijo uno de ellos. Han montado un cerco protegiendo a los manifestantes.
Según Artículo 19, organización independiente de Derechos Humanos que trabaja alrededor del mundo para proteger y promover el derecho a la libertad de expresión, informó que hay dos detenidos, sin comprobar aún sus nombres, mientras que el joven Miguel Cuéllar, de la Vocacional 9 del IPN, con golpes en la cara, afirmó que fue un civil -«judicial, de seguro», dijo- el que le propinó una paliza.
La organización civil Marabunta denunció que atendieron a tres personas, entre ellas una señora mayor con un corte en la cabeza. Hay dos nombres: Guadalupe Caballero, de 18 años y Lizbeth Lechuga, de 17. Ambulancias de la Cruz Roja Mexicana atiende gente lastimada.