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Oaxaca, Oax., 4 de mayo de 2011 (Quadratín).- El Secretario Técnico del Foro Oaxaqueño del Agua, Carlos Plascencia, aseguró que existen datos para afirmar que hay suficiente agua en la ciudad, y sostiene que el problema que tenemos es básicamente de distribución, y una carencia grande de programas que nos permitan seguir manteniendo fuentes de agua estables en la ciudad.
Al asistir al Primer Foro Municipal de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente con Participación Ciudadana, en el que hará su ponencia el próximo viernes 6 de mayo, Plascencia aseguró que la red de distribución municipal del agua está deteriorada y que por ahí se pierde cerca del 40 por ciento del agua: qué caso tiene traer agua de lugares lejanos, si cuando llegue aquí se va a desperdiciar, enfatizó el técnico.
Plascencia destacó la necesidad de enfrentar el problema de una manera integral: primero hay que reparar la red, que pierde presión, desperdicia mucha agua y no llega a las colonias alejadas. Además, hay que captar agua de lluvia; esa es una verdadera alternativa para el almacenamiento de agua a nivel urbano, propuso.
Plascencia aseveró que no existen programas eficientes de saneamiento del agua: se sigue apostando a las plantas tratadoras de agua, cuando de 100 que existen en el estado de Oaxaca, solo sirven 12. Cuando llega el agua a las plantas, se vierte en la naturaleza en condiciones de contaminación absolutamente irracionales, sostuvo, al tiempo que informó que se está trabajando en un proyecto piloto con una técnica alternativa de saneamiento a través de pantanos, donde son las raíces y el oxígeno los encargados de limpiar el agua. Es una técnica poco costosa y que requiere poco mantenimiento, al contrario de la cantidad de energía eléctrica que requieren las plantas convencionales. Son muy sencillas y actualmente funciona una con eficiencia en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, comentó Plascencia.
Explicó que la tala de árboles constituye un problema fundamental para la retención del agua: al quitar los arboles, el agua ya no se filtra sino que corre a gran velocidad y lo que necesitamos es agua que se filtre lentamente y que llegue a los mantos freáticos. En el Libramiento norte hacia arriba, hay comunidades que están talando de manera criminal, sostuvo Plascencia. Con esto se relaciona la intervención del señor Jorge Narváez Pérez, vecino y productor agrícola de San Felipe del Agua, quien se hizo presente en el Foro para denunciar la devastación del cerro de San Felipe, pulmón de la ciudad y proveedor de agua. Narváez Pérez asegura que en los últimos dos años no se han hecho reforestaciones; en cambio, se están perdiendo hectáreas de monte por la tala inconsciente. Se están llevando la leña verde, cortada con motosierra, denunció el ciudadano.
Otro de los problemas que afecta el abastecimiento de agua es el crecimiento de la mancha urbana sobre zonas ecológicas. Plascencia explica que esto evita que estas esponjas naturales se filtren a los mantos freáticos y abastezcan a la ciudad y los mantengan en buen nivel.
Para Plascencia, la propuesta más viable es entender cómo funciona el agua en la naturaleza, en el marco de una nueva cultura del agua. El agua está en el aire, en la tierra, en todos lados, lo que hay que entender es cómo se mueve, cómo circula por los valles centrales. Es necesario repensar nuestra relación con el agua, cómo la estamos tratando, cómo la ensuciamos y la regresamos a la naturaleza en las peores condiciones. Tenemos la idea que nos han metido en la cabeza del progreso y la modernidad; si nosotros planteamos tratamientos secos en las casas, es decir, con baños ecológicos, la gente piensa que es para pobres. Esta idea tiene que transformarse, debe haber una solución de carácter cultural. Tiene que ver con la conciencia sobre lo que significa el agua para los seres humanos. Actualmente, una botellita de agua de 250 ml. cuesta entre 7 mil y 15 mil veces más que lo que cuesta el agua que llega a nuestra casa, enfatizó Plascencia.
El representante del Foro Oaxaqueño del Agua, opina que para cambiar las conciencias, es necesario un trabajo profundo con la educación: es una cuestión profunda que no resolverán unos folletos y unos spots radiofónicos. Debe haber una acción compleja educativa desde la niñez hasta edades adultas, donde haya principios fundamentales como el respeto hacia el agua.