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Oaxaca, Oax. 25 de mayo 2012 (Quadratín).- Sus primeros síntomas pueden ser confundidos con molestias pasajeras como: problemas en el habla, trastornos en el lenguaje; dificultad para comprender o para decir lo que se quiere expresar; debilidad en la mitad del cuerpo, un brazo o una pierna y pérdida súbita de la conciencia, se trata de la Enfermedad Vascular Cerebral (ECV), padecimiento que pone en riesgo la vida, alerta el área médica de la delegación en Oaxaca del Instituto Mexicano del Seguro Social.
La EVC también denominada accidente cerebro vascular o ataque cerebral, es una interrupción del suministro de sangre a cualquier parte del cerebro, lo que conduce a la aparición de infartos dentro del sistema nervioso central. Puede tener un origen isquémico (deficiente riego sanguíneo), cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo local (trombo) o generado a distancia (émbolo) desde otro sitio del cuerpo, presentándose un infarto.
De acuerdo con Miguel Ángel Altuzar Figueroa, encargado de la Coordinación Delegacional de Información y Análisis Estratégico del IMSS, el año pasado se detectaron 127 casos de ECV evento que es frecuente a partir de los 20 años y más aún a partir de los 70 años en adelante con mayor incidencia en mujeres.
Así mismo informó que en los cuatro hospitales del IMSS existentes en el estado se otorgaron 695 consultas en 2011 por este padecimiento, y que el 59.7 por ciento éstas consultas se otorgaron en el HGZ 1 de Oaxaca, el 28.7 por ciento en el HGZ 2 de Salina Cruz, un 9.7 por ciento en el HGZ 3 de Tuxtepec; y el restante en el HGSZ de Huatulco.
Destacó que los principales factores de riesgo para un accidente cerebrovascular son: la hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes, la hipercolesterolemia o aumento de colesterol y triglicéridos, la obesidad y el sedentarismo. Con la edad, los vasos sanguíneos se van engrosando y endureciendo sus paredes, donde se depositan restos de colesterol y triglicéridos; también con el tiempo la hipertensión va dañando los vasos sanguíneos, hasta llegar a una oclusión (se cierran), lo que se traduce en que no haya flujo de la sangre dentro del cerebro y por lo tanto, falta de oxigenación, produciéndose un infarto, refirió el médico especialista.
El tratamiento primario, dijo, debe ser preventivo. Las personas con factores de riesgo, es decir, mayores de 65 años con obesidad, diabetes, hipertensión, deben mejorar de inmediato sus hábitos alimenticios y realizar ejercicio de manera cotidiana, por lo menos 30 minutos al día. Subrayó que estas enfermedades se pueden evitar, por lo que insistió en la necesidad de modificar el estilo de vida con acciones como: abstenerse de fumar, asumir una alimentación sana, con una dieta baja en grasas; realizar ejercicio de tipo aeróbico y acudir a un chequeo rutinario con el médico familiar.
Alertó, también, que si se presenta algún problema de movimiento, coordinación, equilibrio o habla, es necesario acudir inmediatamente a su Unidad de Medicina Familiar y no esperar a que pasen las molestias, ya que el mayor daño se puede evitar en las primeras tres horas.