Quiénes somos | Cipriano Miraflores
Tepecoacuilco de Trujano, Guerrero, 23 de mayo del 2011 (Quadratín).- Ratificaron su hermandad este año los pueblos de Huajuapan de León, Oaxaca y de Tepecoacuilco de Trujano, Guerrero unidos por un fuerte lazo de historia y tradición cultural. En este municipio guerrerense el pasado 19 de mayo se conmemoró el 244 aniversario del natalicio del Coronel Valerio Trujano en la tierra que lo vio nacer, con actividades que iniciaron con un acto cívico y guardia de honor por parte de las autoridades municipales de Tepecoacuilco que preside Ignacio Góngora Lizama, frente al monumento en honor al héroe insurgente levantado en 1942.
Ahí el munícipe dio la bienvenida a los integrantes del cabildo de Huajuapan encabezados por el presidente Francisco Círigo Villagómez acompañado de su esposa y presidenta del DIF-Municipal, Guadalupe Palma; entre otras autoridades civiles y militares. También estuvieron el Síndico Primero de Huajuapan, Guadalupe Sandoval Corro; el regidor y la directora de Educación y Cultura, Alejandro Ortiz Gabriel y Graciela Cuesta Herrera, respectivamente; y el regidor de Desarrollo Urbano, Marcos Avendaño Bautista.
Góngora Lizama destacó la importancia para el pueblo de Tepecoacuilco contar nuevamente con la presencia de las autoridades hermanas de Huajuapan con quien el lazo es indisoluble por la historia, ya que fue en la tierra Mixteca de Oaxaca donde Trujano realizó su más grande hazaña militar.
Por su parte, el presidente municipal de Huajuapan, Francisco Círigo comentó que Valerio Trujano fue protagonista de la defensa del pueblo huajuapeño en una de las páginas más gloriosas de la Guerra de Independencia.
En su mensaje, indicó que la historia refiere que un 25 de abril de 1812 el Ejército Realista comandado por José Regules Villasante, Francisco Caldelas, Gabriel Esperón, Juan de la Vega y José de San Martín, sitió en Huajuapan a los Insurgentes al mando de Valerio Trujano durante 111 días y fue el más largo de la Guerra de Independencia de México.
El 15 de julio, continuó reseñando, cuando la situación era realmente angustiosa por los escases de parque y víveres envió a Remigio Sarabia, quien quedaría inmortalizado con el mote de El Indio de Nuyoo a pedir auxilio al General José María Morelos y Pavón quien se encontraba en Chilpancingo, Guerrero.
Círigo Villagómez mencionó que al mismo tiempo Trujano ordenó se iniciara un novenario para invocar la protección del Señor de los Corazones, un Cristo moreno tallado en madera que data de principios del siglo XVII, y el jueves 23 de Julio, precisamente en el último día del novenario, Morelos, Hermenegildo Galeana, los hermanos Bravo y Vicente Guerrero llegaron a Huajuapan en auxilio de los Insurgentes y rompieron el sitio.
Para el pueblo, la llegada oportuna de los refuerzos no fue obra de la simple casualidad, sino evidencia clara de la intervención milagrosa del Señor de los Corazones, cuyo nombre, desde entonces, se asocia de manera indisoluble al del Valeriano Antonio inmortalizado históricamente como Valerio Trujano, como los protagonistas de la gesta heroica de mayor trascendencia que se haya escenificado en tierras de la Mixteca oaxaqueña, dijo.
Destacó que hace 199 años, Valerio Trujano durante 111 días resistió 15 embates consecutivos de un Ejército infinitamente superior en número y armamento, lo hizo con más voluntad que municiones, con más espíritu patriótico que pertrechos, esto fue posible única y exclusivamente porque logro mantener la cohesión y la unidad de los insurgentes sitiados en ese plaza, hoy cuando nuestra patria vive momentos difíciles, es indispensable volver los ojos a la gesta heroica de Valerio Trujano y retomar la unidad en lo esencial, ver con claridad que nuestras diferencias legitimas no deben ser motivo de división, sino oportunidad para fortalecer la pluralidad que enriquece la vida nacional, es tiempo de fortalecer nuestro valores sobre todo en los niños y los jóvenes como cada año se hace Tepecoacuilco y Huajuapan, volver los ojos a los héroes como Valerio Trujano que dieron su vida para darnos la patria y la libertad de la que hoy gozamos, manifestó.
El munícipe comentó que hace casi 15 años, el 23 de julio de 1996, por iniciativa de este ayuntamiento de Huajuapan se inscribió un acta de hermanamiento entre las autoridades de los pueblos vinculados a este acontecimiento histórico, entre ellos Morelia, Michoacán, tierra del generalísimo Morelos; Tehuacán, Puebla, donde reposan los restos de Valerio Trujano; y Tepecoacuilco, Guerrero, lugar donde nación el héroe del sitio de Huajuapan.
Comentó que desafortunadamente con el paso de los años y con los cambios en las administraciones municipales, en la mayor parte de los casos se ha perdido el sentido de este hermanamiento, pero entre Tepecoacuilco y Huajuapan se ha mantenido la tradición de que las autoridades de este lugar de Guerrero acudan cada 23 de julio a la conmemoración del aniversario del rompimiento del sitio y el 19 de mayo Huajuapan tiene su representación en los festejos por su nacimiento en su tierra natal.
Y añadió que luego de dos años de haberse suspendido la participación de la Casa de la Cultura de Tepecoacuilco en la Expo Feria de Huajuapan, se reanudará este año; así como adelantó que para el 23 de julio de 2012 se conmemorará el Bicentenario del Rompimiento del Sitio de Huajuapan por lo que se convocará a todas las autoridades que suscribieron el acta hace 15 años para que sea ratificado el hermanamiento.
Después de este acto, inició el tradicional desfile de 83 escuelas de distintos puntos de Guerrero y destacó la participación de la banda de guerra musicalizada de la Escuela Secundaria Técnica No. 5 Internado para Varones de Zaragoza Puebla y los alumnos de la escuela primaria Coronel Valerio Trujano de Huajuapan, grupo a cargo del director de la institución, Miguel Zurita Calixto.
Estos últimos presentaron una Guelaguetza Infantil en el programa cultural cerrando con broche de oro al llevar el folklor y la algarabía de los bailes de la Máxima Fiesta de los Oaxaqueños, donde no pudo faltar el inigualable Jarabe Mixteco precedido por la nostálgica Canción Mixteca del compositor huajuapeño José López Alavés.