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San Juan Bautista Tuxtepec, Oax. 21 de abril de 2013 (Quadratín).- A sus 18 meses de edad, Ana Lidia, originaria de Temascal, municipio de San Miguel Soyaltepec, llegó al área de urgencias del Hospital General de esta ciudad ante una notable dificultad para respirar.
En entrevista el director del nosocomio Marco Antonio Amoroso Hernández, informó que la pequeña requirió oxígeno, y una vez estabilizada, la médico residente de la especialidad rural salud del niño y del adulto, Lidia Dinorah Peto Pablo, indicó radiografías, lo que confirmó la presencia de un cuerpo extraño en los bronquios, por lo que era necesario realizar una broncoscopia, para extraerlo y despejar la vía aérea.
Y es que los padres dijeron que mientras anita jugaba, se llevó un puñado de granos de maíz a la boca, por lo que hicieron que los escupiera, sin embargo comenzó a toser de forma repentina con un sonido similar a un ronquido, además de presentar hundimiento entre las costillas cada vez que respiraba.
El caso se complicaba, porque el nosocomio cuenta con torres de endoscopía para personas mayores, lo que resultaba inservible para atender a la nena. A primera hora del día siguiente (lunes), se reunieron el equipo de pediatría, seguro popular y urgencias, pues a medida que pasara el tiempo, el maíz se iría hinchando por la humedad y con ello las expectativas de vida disminuían.
Otro día más (martes), la preocupación era evidente, sin embargo el Instituto Nacional de Pediatría de la ciudad de México, que cuenta con este dispositivo utilizado para observar el interior de los pulmones y las vías respiratorias, recibiría a la pequeña ese mismo día.
Cuando los padres fueron informados que el traslado sería de inmediato, el padre accedió, la madre se opuso, pues dijo no contaba con dinero para los gastos del viaje, sin embargo a través del Seguro Popular y la dirección de la clínica se solventó el traslado y todas las atenciones.
Metimos a la niña en la ambulancia, también iban sus padres y la médico residente, pero los estragos de la obstrucción bronquial aumentaban, la boca se tornó amoratada por la falta de oxígeno, en ese momento todo dependía del tiempo de recorrido a la capital del país, relató el director.
En ese tenor, la madre de la pequeña dijo fue una experiencia impresionante, cuando llegamos al hospital de México, en la entrada ya estaba un equipo de especialistas y en menos de una hora ya le estaban realizando la broncoscopía, con el que se extrajo el maíz y salvó la vida de mi pequeña, dijo con una sonrisa llena de gratitud.
Finalmente Amoroso Hernández, expresó: en Tuxtepec todos celebrábamos el resultado, pues Ana Lidia volvió a su casa en 48 horas, y es que no existe recurso ni equipo que valga más que la vida de un niño
es un caso en donde se actúa más que como director o médico, como un ser humano.
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