
México no se arrodilla ante EU, ya está postrado ante el narco
Oaxaca, Oax. 12 de mayo de 2009 (Quadratín).- Con 50 muertos acumulados y la pérdida de decenas de miles de millones de pesos por los efectos de la contingencia sanitaria en el país, para Sofía Castro el tema de la influenza es una cosa que da risa.
La legisladora asegura que la epidemia es una falacia y basa sus dichos en el hecho de que a ella ningún médico le llevó un reporte de los enfermos y, por lo tanto, considera que es un gusto saber que en el Istmo tienen fortaleza y unidad porque las velas no se cancelan y la gente sigue organizando fiestas.
De un jalón, la ex presidenta municipal descalificó al gobierno federal y de paso le asestó una puñalada directa a la yugular a la preocupación demostrada por gobernador del estado, su jefe político, quien recorrió la entidad para alertar a los presidentes municipales sobre los peligros de nuevos contagios.
Tanta ligereza en la clase política del país debería preocuparnos. Los legisladores son los que confeccionan el presupuesto federal y las asignaciones a los estados y si no se asustan con -cualquier pandemia-, menos lo harán con los casos de cáncer cervicouterino, cáncer de mama o las complicaciones derivadas de la diabetes que siguen asesinando a miles de oaxaqueñas.
En un estudio reciente, organismo internacionales alertaron sobre un peligroso repunte del dengue en los países tropicales del mundo y señalan que entre 50 y 100 millones de personas serán afectadas y calcula que la carga en los sistemas de salud y los daños en la productividad en los países afectados será de poco más de mil 800 millones de dólares anuales.
El estudio analiza sólo a países como Guatemala, El salvador, Panamá, Venezuela, Brasil, Camboya Vietnam y Malasia.
En Oaxaca, datos del sector salud reportan que hasta marzo, es decir, antes de las lluvias de este año, se habían acumulado unos 80 casos de dengue y ubican a la entidad en el cuarto lugar a nivel nacional, apenas después de Sonora, Michoacán y Nayarit.
Con legisladores ignorantes o insensibles no hay defensas suficientes para los riesgos de salud pública.
Es casi seguro que con el uso de su lengua, Sofía Castro crea que es capaz de espantar también a los mosquitos que rondan en el Istmo de Tehuantepec.