
Javier Corral: ¡no eres bienvenido!
Frente a la actitud derrotista y pusilánime de políticos, empresarios y economistas que tiemblan ante el fantasma de la recesión que recorre los mercados del mundo, un grupo de productores de café orgánico de Oaxaca incursionaron en la comercialización directa de sus productos.
A partir de la desaparición del INMECAFE, la especulación de los precios internacionales del grano, plagas, huracanes, sequías, incendios y la mediocridad o la corrupción oficial, cafeticultores de Oaxaca decidieron no rendirse, se organizaron y pelearon contra todas esas calamidades.
Aglutinados en el Consejo Estatal de Productores de Café, indígenas de diversas regiones del estado forjaron su propia marca y pretenden competir con franquicias internacionales que dominan el mercado.
Este hecho que parece ser solo un asunto monetario o de competencia económica, tiene una historia de más de 30 años de lucha y resistencia de los pequeños productores oaxaqueños que con su esfuerzo aportaron dos símbolos de moda a los mercados internacionales.
Resulta que nuestra entidad es considerada como pionera en la certificación de café libre de plaguicidas y fertilizantes químicos, es decir el famoso Café Orgánico tan de moda en Europa, Estados Unidos y aquí mismo en nuestro país
Los asociados al Consejo Estatal de Productores de Café tocaron puertas por todos lados y en la búsqueda de ayuda o mercados, propiciaron que hace casi 20 años en Holanda impulsaran un nuevo concepto de Comercio Justo que hoy utilizan las empresas socialmente responsables de todo el planeta.
Hoy La Organización reúne a poco más de 5 mil productores de café en distintas comunidades indígenas de Oaxaca que durante 3 décadas han logrado sus propias beneficiadoras y envasadoras del producto y tienen mercado seguro en Europa, Asia y Norteamérica y ahora buscarán incidir en el mercado local.
Los cafeticultores nos enseñaron también que si se pueden financiar proyectos exitosos, que no todos los indígenas o los hombres y mujeres del campo viven de la mendicidad o de las migajas del presupuesto público como muchas otras organizaciones sociales y políticas.
Desafortunadamente no todos piensan ni trabajan igual, ayer mismo otro grupo de productores salió a las calles como parte de una protesta nacional y con bloqueos y toma de oficinas públicas para exigir recursos para enfrentar sus carencias.