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México, trato de adversario y no de aliado ni vecino
El mercado más grande de la entidad se convirtió en un peligro para todos. La ambición de un puñado de dirigentes y sus cómplices desde las estructuras de gobierno reinventaron la plaza y desmantelaron la intensión de contar con una verdadera Central de Abasto.
Hoy, la central es muy distinta al proyecto original, luce sucia, desordenada, peligrosa y casi sin futuro.
La disputa por los pocos espacios disponibles es encarnizada y la ausencia de autoridad propicia hechos tan desafortunados como el enfrentamiento y bloqueo que escenificaron dos grupos rivales que se disputan una avenida para instalar ahí los puestos para la vendimia de la navidad.
El día de plaza que convocaba a los habitantes de los pueblos cercanos agoniza también, no hace mucho aun había una especie de baratillo de animales de corral y no era difícil observar el trueque o el uso del almud o el canasto como medida de intercambio.
Hoy el mercado es de otros, comerciantes de Puebla, Tlaxcala, Tehuacán y otras ciudades tienen lugares preferenciales y la mercancía es cada vez más cara y de menos calidad, y como consecuencia las ventas se desploman y los comerciantes salieron otra vez a tomar las calles.
En el mercado todo se vende, los puestos, las banquetas, el pasillo de contingencias, las esquinas, la protección y hasta los cargos públicos, administradores, inspectores y policías se rinden ante el mercado con frecuencia y con facilidad.
El mercado ya no es central de abasto, lo han reducido a un centro de intermediarios y los productores oaxaqueños prefieren otras plazas antes que lidiar con los acaparadores o intermediarios que siguen comprando bodegas aunque luego las tengan vacías.
Frente al empuje de las tiendas departamentales y la pretensión de inversionistas privados de crear en otro sitio una verdadera Central de Abasto, la central corre el riesgo de convertirse en un simple mercado zonal con mala fama y pocos clientes.
Aun hay tiempo, en la parte que le toca, la autoridad deberá emprender un amplio sistema de reorganización administrativa y deberá devolverle a la ciudadanía, por lo menos, el principio de autoridad en esa plaza.