Humberto Cruz / Dulce veneno. Los movimientos de Calderón

Oaxaca, Oax. 3 de marzo de 2009 (Quadratín).- Los movimientos en el equipo de trabajo del presidente Felipe Calderón pueden significar una sacudida al letargo de las dependencias federales en el estado de Oaxaca.
Durante los últimos años la Secretaría de Comunicaciones y Transportes abandonó la plaza y el resultado se nota en casi todas las regiones del estado en donde el desorden propició no solo la proliferaciones de radio-emisoras ilegales -que desde hace mucho dejaron de ser clandestinas-, anarquía en el transporte de pasajeros y una desesperante lentitud en la aplicación de los recursos federales para la construcción de las autopistas a la Costa y la región del Istmo.
Luís Téllez evitó las giras de trabajo por la entidad y solo mediante salvo-conductos gestionados por legisladores federales, las autoridades locales pudieron acceder a las oficinas de los sub -secretarios de esa dependencia federal.
Otro de los cambios dispuestos por el presidente Calderón es en el Consejo Nacional para la cultura y las Artes en donde Sergio Vela parecía empeñado en ignorar todos los intentos para convertir a Oaxaca en una capital cultural en el sureste del país.
La falta de coordinación o respeto a los compromisos contraídos puso en peligro la edición más reciente del Festival costeño de la danza, en Puerto Escondido, una semana antes de la celebración de las fiestas de noviembre no se habían liberado los recursos prometidos ni siquiera para la contratación de los equipos de audio e iluminación.
Por otro lado, la renuncia del sub-secretario de gobierno de la Secretaría de Gobernación, Abraham, González, obligará a la Sección 22 del SNTE y a los activistas de la APPO a buscar nuevos interlocutores con el gobierno federal.
Hace menos de cuatro meses el presidente Felipe Calderón exigió a sus colaboradores mejores resultados, les pidió salir de sus escritorios y ponerse en los zapatos de los ciudadanos.
Hasta ahora, salvo algunas excepciones, la mayoría de ellos siguen atrincherados en sus torres de acero y cristal y sus delegaciones federales en Oaxaca parecen reproducir la misma conducta.
Los cambios siempre representan nuevas oportunidades pero para algunos sectores tienen nuevos retos por que la mayoría de los nuevos colaboradores del gobierno federal representan a uno de los sectores más duros dentro de las filas del Partido Acción Nacional. En otras palabras esperemos que no salga peor el remedio que la enfermedad.