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Oaxaca, Oax. 25 de marzo de 2009 (Quadratín).- Acosada por sus sindicatos, grupos porriles, organizaciones sociales y partidos políticos, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) vive una de las etapas de acoso más álgidas de los últimos años.
Desde el inicio de su administración, el rector Rafael Torres Valdez ha tenido que sortear un auténtico maratón de negociaciones para mantener a flote a la Universidad pública que hasta hace poco era la única opción para los jóvenes de familias de escasos recursos económicos.
Desprestigiada en otras entidades, minimizada por las dependencias federales, abandonada por las autoridades estatales, la Universidad tiene un ritmo errático y un destino incierto.
Con justa razón, los trabajadores sindicalizados reclaman mejores ingresos; algunos de ellos apenas superan el salario mínimo y los catedráticos tienen que acudir a las aulas por menos de lo que gana un cargador del mercado de abasto.
La investigación es mínima, casi inexistente, la difusión del arte y la cultura se entrampó en un conflicto político y la promoción del deporte se redujo solo a la renta de los espacios universitarios.
Pero no es sólo la suerte de la institución, lo que preocupa es el futuro de miles de estudiantes que veían como última esperanza a la UABJO para poder cursar una carrera para remontar la miseria que se multiplica en todas las regiones del estado.
Mientras la Rectoría se afana por conseguir la acreditación de las carreras de la UABJO, los vividores y saqueadores profesionales del presupuesto universitario siguen conjurando contra todos los cambios para mantener sus privilegios.
La Universidad tiene un pasado luminoso, su antecedente, el Instituto de Ciencias y Artes fue el Alma-mater de oaxaqueños y mexicanos ilustres, en consecuencia hace falta una verdadera cruzada ciudadana para defender y rescatar a la llamada máxima casa de estudios.
La conjura contra la Universidad no puede durar para siempre, pero la vergüenza colectiva de no hacer nada nos convierte en cómplices de los enemigos de la educación en Oaxaca.