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Consejo de la “caricatura”, Servil al Gobierno
Oaxaca, Oax., 4 de febrero de 2010 (Quadratín).- Dos años después de su desconcertante resucitación electoral en el estado de Oaxaca, el Partido Revolucionario Institucional librará aquí la más encarnizada contienda política.
En el 2006, los priistas oaxaqueños sufrieron la derrota electoral más humillante de sus casi 80 años en el gobierno local, pero en menos de 3 años lograron de nueva cuenta el carro completo en la elección de diputados locales, arrebataron varios municipios a la oposición y en las elecciones federales del año pasado ganaron todos los distritos.
En las dos elecciones anteriores el PAN y el PRD fueron aplastados en casi todas las regiones del estado y coincidentemente fue el inicio de una cadena de triunfos del PRI en varias entidades de la república mexicana.
A la luz de esos resultados, los partidos opositores se vieron obligados a revivir sus alianzas políticas, a pesar de sus amargas experiencias anteriores.
Pero en el PRI tienen otros apuros, la sucesión gubernamental parece complicarse por la abierta rebelión de algunos de sus precandidatos que reclaman su derecho a competir con reglas claras y en igualdad de circunstancias.
En el gobierno y en las filas del tricolor hay molestia y confusión; cada día les cuesta más trabajo ocultar el activismo de los grupos que se van formando en torno a los precandidatos y todos parecen esperar una señal definitiva para tomar decisiones.
Al mejor cocinero se la va un tomate, dijo recientemente el gobernador de Oaxaca, pero el juego por la sucesión se está convirtiendo en un batidillo.
Al menos tres de los 6 precandidatos están de acuerdo en pelear la nominación de su partido y el riesgo de fracturas crece en medio de la algarabía de sus competidores y la abierta intromisión de los ex gobernadores Diódoro Carrasco y José Murat que utilizan todos los recursos para descarrilar la maquinaria electoral del tricolor.
Oaxaca se convirtió en el escenario de guerra del PRI, del viejo PRI representado por Manuel Camacho Solís, Porfirio Muñoz Ledo, Dante Delgado y Diódoro Carrasco, quien apuntalan la candidatura del ex priista Gabino Cue Monteagudo.
En la misma ruta pero desde trincheras diferentes el ex gobernador José Murat alienta la derrota de su partido y utiliza a quienes fueron sus colaboradores y a las organizaciones sociales que financió durante su mandato para derrocar a su sucesor y representante del otro PRI.
Tanta perversidad no es novedosa y a lo lejos parecería hasta divertida si no fuera porque desde todos los frentes los políticos profesionales apuntan contra la gobernabilidad del estado, que no es solo el derrocamiento de un grupo en el poder sino la destrucción del tejido social.
Foto: Internet