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Oaxaca: en riesgo como patrimonio de humanidad
OAXACA, Oax. 6 de abril de 2015.-La anarquía magisterial, el plantón permanente en el Zócalo de la ciudad y las pintas hechas por maestros a monumentos históricos ya pusieron en riesgo la caracterización de Oaxaca como Patrimonio Histórico de la Humanidad de la UNESCO.
Sin autoridad ejecutiva, con un legislativo que se mueve entre el apoyo a la Sección 22 de maestros y la precaria institucionalidad y un judicial prácticamente inexistente, Oaxaca ha quedado al garete, presa de la anarquía y de la incapacidad gubernamental. Además de que han convertido la ciudad de Oaxaca y sus vías de comunicación en zona de guerra, los maestros son los más destructores del patrimonio cultural de la entidad.
La crisis urbana, de salud y cultural por campamentos permanentes a lo largo de treinta y siete años con plantones anuales de semanas y a veces de meses ha convertido al Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca en una zona de catástrofe ecológica, de vialidad y de referente urbano.
De ahí que comience a revisarse el estatus del Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO porque ha dejado de cumplir sus funciones con el desorden de la 22. De acuerdo con el decreto de designación, las zonas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO deben cumplir, entre otros requisitos, con una tradición cultural u ofrecer un conjunto arquitectónico de edificios. En los últimos decenios, los plantones de la 22 han afectado la zona del Zócalo y le han hecho perder imagen, además de que no se puede visitar porque hay una ocupación de tiendas de campaña.
De acuerdo con las reglas de la UNESCO hay condiciones que obligan a los gobiernos a mantener las zonas Patrimonio bajo vigilancia y supervisión.
Las fracciones a y b del reglamento para Protección Nacional y Protección Internacional del Patrimonio Cultural y Natural han sido incumplidas por el gobierno de Gabino Cué Monteagudo por sus alianzas y compromisos políticos con la Sección 22 de maestros:
a) adoptar una política general encaminada a atribuir al patrimonio cultural y natural una función en la vida colectiva y a integrar la protección de ese patrimonio en los programas de planificación general;
b) instituir en su territorio, si no existen, uno o varios servicios de protección, conservación y revalorización del patrimonio cultural y natural, dotados de un personal adecuado que disponga de medios que le permitan llevar a cabo las tareas que le incumban.
Al permitir que la zona del Centro Histórico de Oaxaca sea un campamento permanente de tiendas de campaña de maestros disidentes, el gobierno estatal de Cué Monteagudo ha arriesgado que la UNESCO le quite a Oaxaca la caracterización de Patrimonio Histórico de la Humanidad porque esa parte de la ciudad es más bien propiedad de maestros que las han convertido en zona de habitaciones con tiendas de campaña.
El artículo 4 del mismo reglamento establece la “obligación” del gobierno estatal de “identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural situado en su territorio”. Y si los gobiernos estatales son incapaces o incompetentes para mantener las zonas designadas, existe también el mecanismo de la cooperación internacional. En este sentido, los oaxaqueños podrían invocar el apoyo internacional para que los maestros se vayan con su plantón a otro lado y recuperar el Zócalo de la ciudad capital que es uno de los de mayores tradiciones en el país.
A lo largo de casi cuarenta años de plantones en el Zócalo, los maestros han destruido el equilibrio ecológico, han deteriorado el mantenimiento de edificios, han provocado el cierre de empresas y han infectado la zona por la ausencia de normas de higiene obligatorias para aglomeraciones.
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@carlosramirezh