La Constitución de 1854 y la crisis de México
MÉXICO, DF, 3 de junio de 2015.- El debate sobre el voto nulo y la abstención tiene algunos elementos de la realidad:
-El candidato expriísta autoasumido como independiente El Bronco es un nuevo Fox y la gente pareció olvidar la experiencia de Fox, además de que ya pactó con el sistema vía el panista Fernando Elizondo.
-La CNTE se rebeló ante la reforma educativa y ganó, aunque el dato mayor no es su victoria sino la derrota del Estado, del gobierno, del secretario de Educación y del secretario de Gobernación.
-La ola anarquista basada en la bandera de “fue el Estado” busca la desaparición del Estado y el regreso social al “estado de naturaleza” anterior al Estado, la guerra de todos contra todos (Hobbes).
-Las encuestas están revelando con anticipación el hartazgo social: un 40% de indecisos contra un 15% del pasado, y un rechazo a ser encuestados de 45% contra menos del 10% antes de la crisis.
-La feria de la filtración de grabaciones de conversaciones privadas -del consejero presidente del INE al dirigente del PRD- ha enfrentado a la sociedad con la verdadera política, la que se oculta detrás de la demagogia del comportamiento público. Las élites gobernantes son, así, corruptas, ignorantes, derrotistas, groseras y mentirosas.
En este sentido el voto se ha fragmentado en dos grandes grupos:
-De un lado, las masas que no leen, no reflexionan y responden pavlovianamente a los estímulos en forma de regalos o promesas que ofrecen los candidatos de todos los partidos, a sabiendas de que está mal hecho; pero comparativamente con la corrupción de políticos y partidos, recibir regalos sería el mal menor. Estas masas son las que votan y le dan base electoral a partidos y a políticos y gobernantes. Son masas que no leen, no reflexionan, y de hecho dependen del presupuesto público; son las que llenan los mítines empujados o por sí mismos.
-De otro, las élites sociales no gobernantes son un pequeño número que domina las pasiones en las redes sociales y que conduce la agenda del repudio y la abstención activa vía la nulificación del voto. El círculo rojo de la crítica activa en medios se ha ampliado en forma concéntrica a los círculos naranja de personas que no deciden pero usan su participación para manifestarse y a los círculos púrpura de grupos sociales hartos de la política y hasta ahora activos en el rechazo al sistema político. Aunque su eco en las redes es alto, su número electoral sigue siendo bajo. Para que el voto nulo tenga efecto político, tendría que ser superior a 15%.
La crisis de la clase política o la élite dirigente de todos los partidos le ha reducido factor político al voto. De hecho, el votante carece de opciones porque todos los partidos y todos los políticos responden al mismo deterioro en calidad política. En este sentido, el voto no sirve para calificar al funcionario, ni para castigar al partido, ni para cohesionar a la sociedad.
El modelo de reelección política -12 años para diputados y senadores y pronto para gobernadores y Presidente de la República- fue una conquista de la Revolución Mexicana para castigar a los políticos a un periodo en sus cargos, pero no será una forma de evaluar rendimientos: los candidatos ganan por regalos y por aparatos electorales, además de que la reelección no será decidida por el aspirante o la sociedad sino por el partido postulante.
Las elecciones del 7-J no romperán el sistema pero tampoco serán una posibilidad de salida de la crisis; de hecho, las elecciones cumplirán un trámite. La asistencia a las urnas dependerá de los aparatos electorales y del agradecimiento de los votantes, no de la toma de conciencia del electorado.
Al final, el problema de la crisis del sistema electoral no radica en los procesos electorales sino en el deterioro de la calidad de la política y la falta de opciones ajenas a los vicios del sistema político (aquí no hay Podemos o Ciudadanos como en España); ello quiere decir que México no tiene salida de la crisis política y de gobierno. Ni modo.
Famosas últimas palabras: “Bartlett, pinche asesino; fue el autor del fraude de 1988; pero está en el PT; aquí la izquierda purifica”: Carlos Navarrete, presidente del PRD. “Navarrete carece de autoridad moral”; Bartlett.
Es pregunta: ¿Tendrá la valentía la legislatura que se votará el domingo próximo de regular y castigar severamente el espionaje político… que ellos usaron en sus campañas electorales?
La crisis que viene: La autoderrota de la reforma educativa al posponer la evaluación magisterial fortaleció a la CNTE y ahora escalará demandas porque tiene al gobierno de rodillas.
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@carlosramirezh