Corte y Trump: no se acaba el mundo, solo se degrada
MÉXICO, DF, 30 de junio de 2015.- A finales de 2010, en una entrevista para un programa de televisión mexicana sobre la transición española, el historiador borbónico Luis María Ansón dijo a Indicador Político que los tiempos habían cambiado y que un plebiscito sobre monarquía o república lo ganaría la república y sin guerra civil.
El político, que fue asesor de don Juan de Borbón como monarca desconocido por Franco, recogía el agotamiento de la monarquía de los borbones. La crisis de consenso de la monarquía salió aún más deteriorada con la crisis económica del 2011 y el surgimiento de los indignados al grito de “somos ciudadanos y no súbditos”, además de las frivolidades del rey Juan Carlos I que hundieron la credibilidad moral de los reyes.
La visita de los reyes Felipe VI y Letizia a México debe enmarcarse en el escenario político de España: el avance de grupos políticos de izquierda no monárquica enfilados al gobierno y ondeando la bandera de plebiscito sobre la monarquía.
La historia de la monarquía de España habla de una élite real sin consenso popular como la monarquía inglesa. El reino de España es reciente: nació en 1469 con el matrimonio de Isabel I de Castilla con Fernando II de Aragón, pero fue una estrategia del entonces vicecanciller de la iglesia católica Rodrigo Borja-Borgia, posteriormente papa Alejandro VI. Para esa boda Borgia falsificó una bula porque estaban prohibidos bodas entre parientes.
En este contexto, el reino de España fue producto de una visión geopolítica de Borgia-Alejandro VI en el concepto -de Ortega y Gasset- de política-mundo. La estrategia final era la de usar a España como la catapulta de la iglesia católica para conquistar nuevos mundos y conseguir más creyentes. Por tanto, el descubrimiento de América fue una idea de Alejandro VII, quien otorgó a Isabel y Fernando el título de “reyes católicos” que han heredado todos los monarcas españoles. Así, el papado repartió América vía dos bulas entre España y Portugal.
La cohesión del reino de España ha sido frágil, como se ha percibido en la falta de consenso social de los reyes. Ahora mismo la monarquía se encuentra sometida hoy a críticas por la corrupción de la infanta Cristina y su esposo, realizada con el beneplácito del entonces rey Juan Carlos I, la falta de simpatía popular de la reina Letizia y su pasado marcado por un aborto y un divorcio y las frivolidades del rey Juan Carlos I.
A lo largo de su vida, España ha sufrido dos revoluciones republicanas y las dos marcadas por guerras civiles. La monarquía española se ha visto obligada a socializar su funcionamiento por las presiones populares. En 1808 Napoleón interrumpió la sucesión monárquica al secuestrar en Bayona al rey Carlos IV que iba a ungir a Fernando VII para imponer a José Napoleón como rey de España. La monarquía se tambaleó, los españoles impulsaron la Corte de Cádiz y diseñaron la Constitución de 1812 que fundó la monarquía parlamentaria que luego Fernando VII no quiso respetar hasta que un golpe de Estado lo obligó a cogobernar con el parlamento.
La transición española 1976-1978 no fue decisión de Juan Carlos sino una imposición de don Juan de Borbón para abdicar a favor de su hijo -la historia la cuenta Ansón en su libro Don Juan- ya escogido por Franco como príncipe a título de rey. El intento de golpe de Estado de Tejero en febrero de 1981 fue avalado por el rey Juan Carlos ante el desorden de la democracia, pero la movilización popular a favor de la constitución parlamentaria lo obligó a apoyar la democracia.
A lo largo de la restauración monárquica en 1975 el rey de España se ha extraviado en la frivolidad de la cacería, los amores fuera de matrimonio y la queja del Vaticano porque permitió en España la legalización del aborto y de los derechos homosexuales y una reina divorciada. En la calle ha crecido la demanda por la forma republicana y la separación de la monarquía de cualquier representación social. Más aún, el futuro de la monarquía española se decidirá en las elecciones generales de finales de año por el crecimiento de la ola republicana.
En este contexto, el viaje de los reyes de España a México será intrascendente para México y sin sentido político para rey Felipe VI porque al final de cuentas el interés de la monarquía en México ha sido sólo por negocios de los cuales los reyes han cobrado sus respectivas comisiones.
Famosas últimas palabras: “está claro que Morena querrá situarse en la oposición irracional en la cámara de diputados”: Jesús Zambrano, diputado electo del PRD y expresidente del partido.
Es pregunta: ¿estará preparada la economía mexicana ante la crisis de la economía griega por la rebeldía del gobierno a aplicar políticas de ajuste macroeconómico con mayor costo social?
La crisis que viene: aunque se presenta como un asunto local, el relevo en la presidencia del PAN podría derivar en un efecto de crisis en la estabilidad precaria del gobierno federal ante la agenda de reformas pendientes.
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@carlosramirezh