
INEA y Afodepo unen esfuerzos para erradicar rezago educativo en Oaxaca
MÉXICO, DF, 31 de octubre de 2014.- Los datos resultan alarmantes. De acuerdo al portal argentino “Espacio de Salud”, por cada 10 millones de personas en los países en desarrollo, hasta 6 mil jóvenes llegan a perder la vista, lo cual es un gran problema de salud pública. Es por razones como esa que Grupo Devlyn a través de su Fundación Devlyn, creó una alianza con la organización internacional Optometry Giving Sight, para iniciar en México una gran campaña de recaudación denominada “Reto Día Mundial de la Visión”.
El objetivo de dicha acción es recaudar fondos mediante la venta de una pulsera oficial y así, beneficiar a miles de personas de escasos recursos con exámenes preventivos de la vista y la entrega de lentes graduados, además de impulsar la puesta en marcha de una escuela pública de optometría en Oaxaca.
En palabras de Patrick Devlyn Jr., Director Devlyn USC y miembro de consejo de Optometry Giving Sight Latinoamérica “Programas como El Reto del Día Mundial de la Visión y el Proyecto 2020, son iniciativas de la industria óptica para apoyar el acceso de la comunidad a servicios de salud visual de calidad. Esto es muy importante, ya que la mayor parte de las deficiencias en el aprendizaje, productividad y oportunidad laboral e independencia de las personas, se presenta en circunstancias en donde no hay acceso a servicios adecuados de optometría.”
De acuerdo a información de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB, por sus siglas en inglés), las causas que provocan la pérdida de visión en los niños serían controlables en un 40 por ciento con los métodos actuales y, según datos del programa “Visión 2020, sólo el 5 por ciento de la población de Latinoamérica tiene acceso a servicios de optometría, lo que enfatiza la importancia de iniciativas de este tipo.
Es evidente que entregar un par de anteojos previo a un examen de la vista adecuado, puede solucionar el problema de miles de niños y jóvenes que en muchos casos, sufren deficiencia en el aprendizaje, angustia, problemas de conducta, sentimiento de desvalimiento y hasta bulling.
Incluso, se puede dar el caso de que un niño con problemas de la vista no sepa que los tiene pues desconoce lo que es ver bien hasta que, claro, pueda colocarse unos anteojos graduados.
De acuerdo a testimonios de quienes participan en este programa, es maravilloso ver la cara de felicidad de los pequeños y jóvenes al momento en que reciben sus anteojos y pueden ver bien.
Apoyar esta iniciativa de recaudación, en definitiva, es algo en lo que todos tenemos mucho que ver.